Además, su abuela mencionó que no tiene problemas al momento de hacerle desayunos a la pequeña, ya que es ella misma quien se levanta a prepararlos, que dice: “¡abuela, no te preocupes, yo me hago unas panquecas o wafles!”.

Sobre su familia, Zoe contó que vive con su abuela paterna, su “tía Elisa”, con un primo y su bisabuela, “mi negocio está aquí afuera de mi casa y ellos son los que me han apoyado en el emprendimiento y me siento muy feliz con ellos”.

Esta emprendedora montó su negocio hace seis meses y todos los que se acercan a comprarle, tienen la oportunidad de deleitarse con una variedad de sabores, porque ofrece: “obleas con arequipe, crema de leche, mermelada de fresa, leche condensada, queso y pepitas”. Y, como toda una experta en negocio, habló de los precios: “$3.000 cuestan las que traen todo; $2.000 trae los dulces para untar y sin queso y a $4.000 con todo, pero trae como el doble”.

Y ella no se queda atrás en disfrutar sus preparaciones, así que explicó cómo le gustan las obleas: “me gusta echarle crema de leche, arequipe, leche condensada, pepitas y queso, ¡ufff, me gusta!, pero lo que más me gusta de todo es la crema de leche y condensada”.

Ahora bien, ¿qué hace una niña de esa edad con un emprendimiento y con el dinero que gana? Zoe, lo tiene claro: “una parte la ahorro y otra, cuando quiero algo, pues lo compro. Por ejemplo, le digo a mi tía que quiero esto o aquello, revisamos mi plata y vamos a conseguirlo”:

Por otro lado, la menor expone lo que le dicen las personas que la ven o los que son sus clientes: “mis vecinos me dicen que están sorprendidos y que me felicitan por tener mi emprendimiento y que siga así”. Así que, quienes deseen probar y aportar al negocio de Zoe, la encontrarán los viernes y domingos de 3 p.m. a 7 p.m., e invita a todos los portejadeños y visitantes a comprarle.

Finalmente, la pequeña gran emprendedora deja un gran mensaje a sus pares: “quiero decirles a los niños que sigan por sus sueños, que se van a cumplir”.