Por: Sebastían A. Barrera S.
Los católicos estamos felices porque nuestro Dios hecho carne ha resucitado, este misterio es el centro de nuestra fe.
La pascua la tenemos que vivir fijándonos en Cristo Resucitado. Si Cristo ha resucitado, también nosotros hemos de resucitar hacia una vida nueva (lo dice San Pablo).
La resurrección de Cristo es la que da fuerza a la acción de la Iglesia. Creemos y predicamos una persona viva que continua presente en su comunidad (la Iglesia). Es Él quien da fuerza a todos los cristianos y a su acción apostólica. También, la resurrección de Cristo nos da una gran alegría y una firme esperanza, ya que nos abre la puerta de la inmortalidad.
Si somos cristianos de verdad, tenemos que seguir el camino de Cristo, por lo tanto tenemos que amarnos más y perdonar, ser más solidarios con los necesitados, acercarnos a los que sufren, llevar esperanza y vivir esperanzados, abrir nuevos caminos y nuevos horizontes.
En definitiva, ser más auténticos y a la vez más confiados en la ayuda de Dios que ha prometido que por su Espíritu Santo será con nosotros cada día hasta el fin del mundo.
La Pascua el tiempo más importante para los cristianos, porque es el que da sentido a todos los otros tiempos y a toda la acción y la vida de la Iglesia. Dice San Pablo:
«Si Cristo no hubiera resucitado seriamos los que haríamos más lástima de todos los hombres. Nuestra esperanza no tendría sentido».
Pero Cristo ha resucitado y todo tiene un sentido y un sentido muy pleno. Nuestra esperanza está bien fundamentada. Toda la vida de la Iglesia nace de la fuerza del Cristo resucitado. Sin él no podríamos hacer nada.
Con Él todo lo podemos realizar. De hecho, los apóstoles, una vez muerto Jesús en la Cruz, llenos de miedo, se cerraron en el cenáculo. Pero una vez descubren el Cristo resucitado, salen a predicar la Buena Nueva del Evangelio, he aquí la importancia de este tiempo que cada año nos consolida la fe y nos hace revivir aquellos primeros momentos de la experiencia del Cristo viviente en medio de sus discípulos. Es un tiempo que da una nueva vitalidad a la Iglesia que hace florecer las semillas y granar los frutos.
La palabra «Pascua» en español significa «paso» «salto». En el pueblo judío anterior al nacimiento de Cristo, la pascua era una fiesta de pastores en la que se mataba un cordero para pedir la fecundidad. Después pasó a celebrar la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. En la pascua los judíos celebraban -y celebran en la actualidad- el «paso» (la Pascua) del Mar Rojo del pueblo hebreo hacia la liberación de la esclavitud.
Todos los que creemos que Jesucristo es Dios celebramos la Pascua con otro contenido. Para los cristianos es la fiesta más importante de todo el año ya que en ella celebramos el «paso» de Jesús de la muerte a la vida. La Pascua para nosotros es la celebración de la RESURRECCIÓN DE JESÚS. El Señor es nuestra nueva Pascua.
Leer más…
Deja Una Respuesta