Por: Isabella García Rodríguez.

La labor que hacen los vendedores informales, mal llamados vendedores ambulantes es un trabajo valioso para el crecimiento económico de la región, para que la comunidad ahorre, pues en estos puntos de venta se encuentra de todo a precios asequibles y finalmente para el sostenimiento de familias que dependen de ese comerciante.
Santander de Quilichao es uno de los tantos municipios que tiene la presencia de vendedores informales tanto nacionales como extranjeros (venezolanos), que se ubican en las calles 2, 3, 4 y 5 entre las carreras 12, 12 a, 13 y 14, según datos suministrados por Merquilichao.
En la Tierra de Oro, los mejores días para que la comunidad salga a comprar son los miércoles ya que es el día en que esta la galería y los sábados, pero así mismo podría ser difícil para los comerciantes porque los días miércoles trabajan 859 vendedores y los sábados sale un aproximado de 1.005 vendedores. Los días restantes de la semana hay un promedio de 180 a 285 comerciantes, según Merquilichao, en cabeza de su gerente Baudilio Sinisterra Alegría.
Uno de los trabajos informales que hoy en día se podría ver amenazado es la venta de películas en formato de Cd, porque lo digital está en auge y por lo mismo, es de resaltar a quienes siguen con este negocio.
Natalia Andrea González Ortiz, es una vendedora ambulante de películas en Santander de Quilichao, que desde hace 15 años vende a los alrededores de la galería del municipio.

Con la presencia de plataformas digitales como Netflix, HBO Go, Amazon Prime Video o las páginas gratuitas para ver películas como Repelis, Pelispedia, Cuevana, además de Disney+, entre otros, hacen que el negocio de la venta de películas en este formato sea una tarea compleja.
Respecto a esto, Natalia comentó que cuando llegó el auge de las películas digitales en ningún momento pensó abandonar el negocio, ya que le interesa brindarle el servicio a su clientes, más que obtener una ganancia personal, “hay personas que no tienen para pagar el Netflix o que no tienen un computador donde verlas, en cambio usted compra una película en 2000 pesos, la conecta a su DVD, la pone y es mejor”.
Santiago Peñaranda es un ejemplo de esto, él es un consumidor activo de este tipo de películas, desde hace cinco años compra cada mes una y tiene un álbum con más de 40 películas.

Peñaranda resaltó que uno de los puntos a favor que le asigna a este tipo de formatos es el precio de las películas, su calidad y el práctico acceso a ellas, “se me hace fácil ir a un punto de venta de estas películas, que pagar mensualmente 35 mil pesos que es lo que vale Netflix”.
Hay que aclarar que Santiago paga por los dos productos (películas en cds y por las plataformas digitales), y comentó que, sigue prefiriendo los de formato análogo porque puede conservar la película ilimitadamente, no tiene que pagar de nuevo, los estrenos los consigue al momento en que salen y cualquier película la encuentra, en cambio en Netflix no tiene todas las películas, además, de que condiciona al usuario, porque se necesita acceso a internet para poder ver.
Contradictoriamente se encuentra Miguel Rodríguez quien ve de forma negativa el hecho de depender del DVD para ver películas: “esa es otra cosa que no me gusta, porque ya te limita a que tienes que estar siempre reproduciendo las películas a través de un dispositivo y solamente por ahí, no puedes compartirlo en el celular ni en una tableta”.

Por eso mismo, Rodríguez prefiere las plataformas digitales porque las considera más fáciles y sin complicaciones, además de que llegará un momento en el que el formato de cds, pasará a la historia, comentando que “no será el fin, sino la evolución, el paso siguiente de lo análogo a lo digital”.
Natalia es consciente de que esta evolución se dará y opina que “no hay que vencerse para vender”, esto lo comenta porque su madre también vendía películas y los sacó adelante con ese negocio, entonces conserva esa tradición sin importar que las nuevas tecnologías avancen.
María Fernanda Mosquera, es una vendedora de Netflix y comenta que inició a vender este servicio “porque ha sido bastante acogida y buscada por la gente”, porque que Netflix tiene un valor adicional ante las otras páginas web que ofrecen el mismo servicio y es que “no se detiene la película, no contiene anuncios ni se demoran en cargar, es todo más cómodo, puedes elegir lo que ves, hay tendencias y siempre hay lanzamientos nuevos”.

Respecto a lo mencionado por Mosquera, Santiago Peñaranda opina que se pierde mucho tiempo escogiendo qué ver, porque como son estrenos y originales se pasa mucho tiempo eligiendo, mientras en las películas de cd, es solo introducir el cd en el DVD y ya se puede ver su película.
Rentabilidad
María Fernanda considera que es más rentable el Netflix que las películas de formato análogo, porque “tu compras una película, la ves y la dejas ahí (refiriéndose a los CD), en cambio en Netflix tienes muchas opciones, además de la distinción para niños”. Pero esto lo contradice Natalia, quien menciona que “sale más barato los cds, porque en Netflix por la mensualidad sale más caro, aquí (refiriéndose a su negocio), sale la película en cine, y ya está pirateada”.
Finalmente la Tierra de Oro le ofrece a sus habitantes películas para todos los gustos, en diferentes formatos y a diferentes precios, sin embargo pues detrás de cada comerciante hay familias que se sostienen con estos modelos de trabajo que ofrecen satisfacción a los consumidores de este producto; por tanto se invita a las personas a que no dejen caer estos negocios, que son tradicionales y que aun pasados los años, siguen teniendo las primicias en películas.
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