UN GESTO, UN MENSAJE, UNA LECCIÓN
Nada mejor para comenzar este nuevo año del Señor 2018, con una excelente y magnífica noticia: la contratación de parte del gran equipo Fútbol Club Barcelona de la Primera División de España de Yerry Fernando Mina González, futbolista colombiano que juega como defensa central y quien también hace parte de la Selección Colombia. Esa noticia, vino a iluminar por fortuna el panorama sombrío que tuvo nuestro departamento del Cauca apenas comenzando el año, cuando el pasado viernes 5 de enero/18, se produjo la masacre en el corregimiento de El Rodeo, cerca de la población de Bolívar (Cauca), cuando fueron asesinadas 7 personas.

Imagen de: http://bit.ly/2ERrIrG
La contratación del gran futbolista caucano se convirtió en viral, como ahora dicen, por sus repercusiones en todos los sentidos y a partir de allí, cada vez que se enuncia el nombre y la palabra YERRY, al instante suscita la natural curiosidad por saber qué pasa con él, quedando ya registrado como símbolo de calidad y buen nombre y renombre. Esto quedó demostrado el pasado sábado 13 de enero/18, cuando los colombianos asistimos emocionados y plenos de amor patrio y orgullo colombiano y caucano, a la presentación del futbolista en la cancha del Camp Nou, cuando ante cientos de hinchas del equipo barcelonés y una nube de periodistas, hizo su entrada triunfal al gran escenario deportivo. Al son del himno del club azul y grana, la expectativa iba in crescendo y entonces allí comenzó la actuación y el GESTO triunfal para nunca olvidar del parte del gran futbolista: con mucha tranquilidad, sin afanes, sin prisas, con plena concentración de lo que estaba haciendo, ante todo el mundo levantó sus manos y antes de entrar y pisar la grama comenzó a despojarse de sus guayos, primero el derecho y luego el izquierdo, quitándose con este las medias al mismo tiempo, para pasar al pie derecho y despojarse de sus medias, para entrar así, pisando la grama con las manos levantadas y mirando de hito en hito el firmamento, dando 17 pasos con parsimonia, eso sí, sin nunca olvidarse de sonreír, para mostrar su felicidad y su alegría al cumplirse el sueño tantas veces añorado.
Tras el inesperado y hermoso gesto de Yerry, subyace escondido un MENSAJE de paz y convivencia ante el mundo, mostrando su origen caucano, con 23 años de edad, proveniente de un pequeño municipio nortecaucano, GUACHENÉ (vocablo indígena páez y nombre de un cacique) con 9.984 hectáreas, dentro de un territorio con tierras fértiles, al pie de la de la cordillera central. El municipio fue fundado el 19 de diciembre de 2006 y con apenas 12 años de vida legal, ya se convierte en un municipio boyante, con gran proyección hacia el futuro, merced ahora al deporte.
La LECCIÓN que nos regala Yerry es de humildad, sencillez, alegría, paz y sacrificio, para conseguir nuestras metas, en medio de las dificultades sociales y económicas. El apellido Mina, le hace honor a su nombre y por ende nos enseña a mirar siempre el futuro con optimismo en este Cauca, que ahora ya tiene un motivo más para cambiar de semblante en la figura de un deportista sencillo.
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