ipt>(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
Lunes, 5 de junio de 2023. Última actualización: Hoy

Suicidio: ¿coraje o cobardía?

El jueves 30 abril, 2020 a las 9:20 am
Suicidio: ¿coraje o cobardía?
Otros artículos de esta escritora aquí

Suicidio: ¿coraje o cobardía?

“¿Cómo juzgar en un mundo donde se intenta sobrevivir a cualquier precio, a aquellas que deciden morir? Nadie puede juzgar. Solo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento, o de la ausencia total de sentido de su vida”.

Paulo Coelho

Me he sentido motivada a escribir sobre el suicidio porque esta vez tocó mis fibras más profundas. Cada vez que ocurrían casos de suicidios había cierta indiferencia en mi porque era algo ajeno a mi familia y a mi vida. Creo tener personas a mi alrededor sanas mentalmente, pero ahora, realmente me preocupa este tema porque entiendo que no son casos aislados y que una cosa lleva a otra, no se trata de creer o no, se trata de una realidad tan dolorosa que a cualquier hogar o familia puede tocar cuando menos lo esperan.

Suicidio: ¿coraje o cobardía? emitir juicios sobre este tema tan íntimo sería un atrevimiento de mi parte hacia aquellas familias que han pasado por esta tragedia o hacia aquella persona que aunque ya no esté en este plano, merece respeto y admiración por cuanto fue su existencia. Vivir es un enorme reto que cada ser humano elige desde el día que nace hasta el día que decide morir, o la muerte le llega de improviso. No puedo emitir juicios frente a alguien que decide tomar por manos propias su muerte; en nuestra filosofía de vida sabemos que no estamos exentos de morir por múltiples razones, tal vez sea lo más seguro que tenemos, pero para la mayoría no está contemplada la idea de suicidarse; – autoinflingirnos daño- el solo pensarlo me aterra porque le huyo al dolor, empezando por las agujas. Muchos consideran este hecho como cosa de locos o de personas alejadas de dios.

Estoy inventando que no se trata de falta de cordura o porque no vamos a misa a escuchar el sermón repetitivo de un cura. Tengo la certeza que se trata de autoestima, ausencia de espiritualidad –concebida desde cada persona-, falta de compasión por si mismo, por los demás, ¿coraje o cobardía?, poca educación emocional – esa que no imparten en los colegios y la cual requerimos con urgencia- somos seres humanos que debemos aprender a sanar, ser resilientes frente a las adversidades, de esto, no me cabe la menor duda.

En una sociedad tan fría por todo lo que ocurre (violencia, intolerancia, maldad, corrupción, envidia, egoísmo), estamos enfermos, nuestro ser está recargado de imágenes lamentables y dolorosas. Tal vez aquellos que deciden irse antes de su fecha, perdieron la esperanza y la fe en la humanidad, se recargaron tanto de sentimientos dañinos y de desesperanza que decidieron cerrar sus ojos y ser libres de un mundo carente de luz para ellos.

¿Qué hay dentro de cada ser humano? – hay conflicto, duda, incertidumbre, baja autoestima, conversaciones no resueltas, pobreza mental, estereotipos erróneos. ¿Qué mundo habitamos? – desempleo, pobreza, inseguridad, indigencia, drogas, alcohol, bullying, narcotráfico, corrupción. Y la lista es larga e interminable. Este panorama propio de nuestro país, región, municipio; parece cada vez más desalentador. Es el día a día de nuestra sociedad enferma. ¿Qué estamos haciendo? – Indiferentes, totalmente sumisos ante un grave problema que si no remediamos (porque este tema es de todos), cada vez serán más quienes partan sin dejar razón de su decisión, llenando de dudas e incertidumbre a sus seres cercanos.

Somos inestables, inseguros, caprichosos, depresivos y demasiado pesimistas. Todo esto ligado a la carga enorme de esta sociedad colombiana donde el malo y corrupto es a quien vanaglorian y el bueno debe acomodarse conforme a los intereses de los primeros, es decir el bueno se corroe, se mete en el juego del malo para no quedar mal o no pasar desapercibido, como quien dice hacerse notar a como dé lugar, cueste lo que cueste, o sea un juego de ganar- perder; porque tristemente nadie nos enseña el juego de ganar- ganar, ni siquiera la academia donde tus notas, según el sistema educativo, dicen si eres competitivo y quieras o no debes sumarte al juego ganar- perder; porque para que tu ganes hay otros que deben perder. ¡Has pensado en aquellos que se van quedando rezagados! – pues yo sí- reconozco que en muchas oportunidades he jugado ese dichoso juego, y a veces he sentido culpa, pero así me educaron en mi casa, en la escuela y la sociedad, cambiar este paradigma es muy complejo, cada día trato de dejar ganar al otro, todos merecemos llegar a la cima de la montaña y mirar el paisaje juntos.

Y así, con este panorama tan desalentador, me pregunto y sé que muchos se hacen esta pregunta: – ¿vale la pena vivir? – todo esto que pasa en nuestra sociedad nos enferma, deprime y crea desilusión por la vida. Ahora bien, para ser fuertes y resilientes hay mucho que hacer, es una tarea muy compleja pero necesaria y bonita, luchar contra tus creencias y pensamientos. Los problemas hacen parte de la vida, hay que convivir con ellos y pisarles la cabeza, – eso me dijo una amiga ya hace tiempo, y cada que tengo uno, lo piso, lo aplasto y no lo dejo crecer-. Es tan necesario e importante la exigencia “moderada”, insisto en la educación emocional basada en virtudes, valores hacia la vida y el prójimo, educación espiritual – aclaro, no religiosidad, siempre me he inventado que las religiones nos hacen sumisos y esclavos-, creer en nosotros mismos, tolerancia hacia la diferencia, amor sano, expresar el amor sin miedo todos los días – recuerda que no hay sustituto para el amor-, agradecer por la vida con amor, el amor sana todo, el amor es fuerza vital renovadora que nos mantiene vivos y de pie.

Finalmente, cada ser humano pasó, pasa o está pasando por algo difícil, triste o complicado. Solo puedo decir con mucho amor hacia ustedes que no dejen solos a sus seres queridos, ámenlos, demuéstrenles amor sin miedo, crean en los demás, confíen en que hay muchísimas razones para estar con vida y darle sentido.  Nada es gratis y cada uno de nosotros elegimos cumplir con una tarea maravillosa – vivir, con todo lo que implica-. Sí, el panorama es triste y deprimente pero te invito que cada mañana al levantarte des gracias a tu dios personal o en lo que creas: por tu vida, tu familia, tu cuerpo y espíritu o como lo llames. Decide ser cada día mejor ser humano, llena de amor tu existencia y la de los demás a donde vayas. Riega semilla de alegría y no cuestiones, no frustres, no lastimes a tu prójimo. Lucha con tenacidad por lo que quieres ser y mereces, pero no pretendas pasar por encima del otro dañando o lastimando, recuerda que no somos educados emocionalmente y lastimamos sin querer o nos lastiman fácilmente. El camino es largo, lleno de piedras y fango, no te desanimes al primer terrón que te encuentres, esquívalo y continua el camino hacia la cumbre.

Decide vivir todos los días, si sientes depresión busca ayuda, no estás solo. Nos queremos con vida, para construir una mejor sociedad.

¡Gracias por leerme, te reconozco y aprecio por ello!

Sigue a Proclama en Google News
También te puede interesar
Deja Una Respuesta
Abrir el chat
1
Paute aquí
Hola 👋
¿En que podemos ayudarte?