Gobierno prevé mecanización futura del corte
En la madrugada de este sábado, corteros del ingenio Incauca pusieron fin al cese de actividades que por 55 días paralizaron las actividades de producción. El Ingenio cuenta con 13 cooperativas de trabajo asociado y cerca de dos mil corteros. Ya había ocurrido un acuerdo similar en el ingenio Central Tumaco.
El ministro de la Protección Social, Diego Palacio, precisó que pronto habrá más acercamientos con los demás ingenios para levantar totalmente el cese de actividades de los 12 mil corteros de caña del Valle del Cauca y del norte del Cauca y que arroja pérdidas que superan los $300 mil millones. El ministro, en diálogo con Caracol Radio, explicó que se lograron acuerdos en diversos temas como el incremento del 11 por ciento en el corte de la caña, auxilios de vivienda y becas de estudio.
Por su parte Ramón Palacios, presidente de la Asociación Nacional de Corteros de Caña, dijo que se alcanzó una ayuda para vivienda por $350 millones y 1.000 becas para estudio, pero manifestó que hay temor por el tema de la mecanización en el corte de caña.
El ministro Palacio reveló que el país se debe preparar para una mecanización en el sistema de corte de caña y que se hace necesario programar el periodo de transición.
Hoy proseguirán activas las mesas de diálogo en otros seis ingenios para poner fin a la parálisis iniciada el pasado 15 de septiembre y que perjudica la producción de azúcar y biocombustibles.
Foto: David Campuzano – El Espectador
La historia del conflicto
El movimiento reivindicativo de los corteros se inició en junio pasado, cuando los sindicatos Sinaltrainal, Sinalcorteros y la CUT Valle presentaron pliego de peticiones a ASOCAÑA, gremio que congrega a los ingenios. Su lucha consiste en que se acabe la contratación por Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) y los ingenios los vuelan a enganchar directamente, tal como ocurría antes del año 2000, con la esperanza de mejorar así sus condiciones salariales y laborales, que con las CTA se menoscabaron por completo. Esa fue también la principal causa del paro que adelantaron en 2005.
Aunque las organizaciones sindicales aceptaron reunirse con los representantes de los ingenios Pichichi, Incauca, Providencia y Manuelita, existió un desacuerdo por la forma en que el ingenio Mayagüez suspendió el contrato a 900 de sus trabajadores directos. A Mayagüez se sumó el ingenio Manuelita, que dio a conocer una medida similar.
“Este hecho de fuerza mayor (el bloqueo de sus accesos) ha llevado a que el ingenio deje de percibir ingresos y por tal razón se ve obligado a suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus colaboradores, a partir del 8 de noviembre de 2008”, dijo uno de los directivos del ingenio.
Se calcula que cerca de 3.400 personas trabajan con esta empresa de manera directa y que unas 13.500 lo hacen de forma indirecta.
“Se pretendía enfrentar una vez más a los trabajadores directos de la empresa con los corteros de caña, pero la reacción de los trabajadores de planta fue distinta y convocaron a los corteros y a sus asesores a una reunión con el fin de llamar al ingenio a la mesa de negociación de manera inmediata”, explica el comunicado de prensa del movimiento sindical.
El conflicto laboral, el más largo de la última década en Colombia, ha generado no sólo hambre y desesperación entre los corteros, sino también cuantiosas pérdidas para los empresarios de la agroindustria cañera; y para el país en general, por las consecuencias que ha tenido en el alza de los precios del azúcar y el etanol.
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