Hola, amigo, lector, poeta, caminante o soñador: Felices días con buñuelo y natilla.
Llegó la Navidad y se acerca quedo el nuevo año. Son horas para disfrutar.
Con la persona amada, los padres, los hijos, las tías, primos, amistades.
Es la hora de abrazarse y besar, de soñar y desear éxitos y alegrías.
Es época de campanitas, de ojitos relampagueantes, de recuerdos de
infancia. Regalemos nuestra sonrisa, abramos el pecho y expresemos.
De nuestra parte van palabras de esperanza, de venturas y aventuras,
de sensaciones de riqueza y sentarse en la sala a charlar,
de viajar y conocer, de producir y echar bocanadas de satisfacción.
Somos afortunados de tenerlos a ustedes, de ser oídos y tener
su aprecio. Sea la oportunidad de agradecer que estén ahí, cerca,
junto al plasma que nos une.
Con corazón nuevo y mirada transparente les apretamos la mano,
los abrazamos y los tenedremos siempre a flor de piel,
Gloriamaría y Leopoldo
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