Sus habitantes como medida de la ciudad y una ciudad a medida de sus gentes. Esta es la visión, la nueva “Tierra de Oro”, un territorio proyectado desde y con las comunidades.
Una Nueva Marca que sitúa en el centro a las personas y que posiciona la ciudad, “Quilichao”, como el resultado de las capacidades, las posibilidades, los compromisos y la máxima manifestación de responsabilidad con un gobierno local en la consecución de los programas, proyectos y medidas que articulan la Agenda de la Ciudad.
Una manera de pensar, dibujar y crear ciudad por una Ciudadanía que ha estado presente en las propuestas, en los debates y en los acuerdos tomados por la pujante población, de los políticos, de los expertos, de los empresarios, de los trabajadores; en resumen, de las mujeres y de los hombres que quieren ser coautores de la mejor de las historias: su historia y la de sus generaciones.
Da gusto visitar y ver una población que crece y se proyecta con valores. Una ciudadanía abierta y organizada en términos generales. Porque posibilita la inclusión de todos los habitantes que la forman, atendiendo especialmente a aquellas cuyas condiciones dificultan su integración, facilita el desarrollo pleno de los individuos y favorece las oportunidades de conocimiento y de encuentro.
Porque entiende la educación como valor fundamental para la convivencia, el entendimiento y el desarrollo cultural. Educación de base, educación en valores y en un proceso de constante innovación y de apoyo a la diversificación educativa y cultural.
Una ciudadanía responsable y comprometida porque la ciudad que viene no es una realidad dada. Es el resultado de un proceso de construcción, de continuidad en proyectos e iniciativas viables y de hacer ciudad desde la responsabilidad y el compromiso de sus ciudadanos.
Una ciudad de personas que no sólo se centran en sus derechos, sino en ejercer activamente sus deberes, obligaciones y responsabilidades. Una ciudadanía que piensa en las ilusiones e intereses de cada uno desde el respeto a los demás. Una ciudadanía con un fuerte sentido de comunidad e identidad colectiva en torno a una serie de valores comunes, una comunidad en la que sus miembros saben que serán apoyados en sus esfuerzos por alcanzar sus propios objetivos.
A Santander de Quilichao se le ve y siente el progreso que obtiene reconocimiento y visibilidad social de sus acciones, que participa y delibera en los asuntos de la ciudad desde la tolerancia y el respeto a los demás y desde la humildad de no tener toda la verdad.
Porque un próspero mañana requiere mantener desde hoy firmes compromisos individuales y colectivos, requiere considerar el desarrollo sostenible como el prisma bajo el que han de abordarse las acciones y políticas del territorio para incidir en la autonomía y en la mejora de la calidad de vida de sus integrantes actuales y futuros.
Porque Santander de Quilichao, a pesar de sus problemas y dificultades obvias, de una ciudad intermedia en el 2010 será el resultado de la labor de construcción de mujeres y hombres en pie de igualdad.
El proceso de cambio que está generando la nueva situación y posición de su dirigencia en esta población nortecaucana, tiene consecuencias en todos los órdenes de la vida, en las relaciones personales, sociales, en la economía, la política y la cultura. Su desatención es la mayor debilidad, y dar una respuesta enérgica para la conciliación de la vida familiar y la profesional situaría a Santander en la estela de las ciudades avanzadas. Sería un ejemplo y modelo de construcción de una respuesta ante una de las cuestiones sociales
Por ello resalto y hago público reconocimiento la gestión gubernamental de la actual administración Municipal en cabeza de su Alcalde Juan José Fernández Mera por todas aquellas obras y acciones emprendidas, que buscan el progreso de la ciudad y sus gentes.
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