Sábado, 3 de junio de 2023. Última actualización: Hoy

Popayán: Los sacudones y el futuro

El viernes 31 marzo, 2023 a las 4:56 pm
40 años del terremoto de Popayán

Popayán: Los sacudones y el futuro.

Hace 10 años, al cumplirse 30 años del terremoto, en la ciudad se realizaron varios foros y conferencias. Lo que se dijo en un organizado en el auditorio de El Sena, quedó registrado en este artículo que no alcanzó a publicarse en su época.

Felipe Solarte Nates

Por la cercanía a dos volcanes, las fallas geológicas que lo surcan y el terreno gredoso sobre el que han sido construidas muchas edificaciones, sin las especificaciones técnicas recomendadas, Popayán está expuesta  a los sismos, aunque en menor medida que antes del 31 de marzo de 1983, pues a partir de ese momento, por ley, la mayoría de construcciones deben ser  o reforzadas para afrontar los grandes sacudones que brotan de las entrañas de la tierra, cada sesenta años, en promedio, “aunque algunas personas por ahorrarse el pago del ingeniero y el arquitecto siguen improvisando cuando levantan casas de una o varias plantas, sin estructuras antisísmicas, ignorando que como lo decía el ingeniero civil Cujar: – el mejor interventor de una construcción es un terremoto-, dice el arquitecto Hernán Varona, director de la Oficina Municipal de Emergencias”, quien agrega “Según los estudios de microzonificación en Popayán hay 13 fallas geológicas y numerosas construcciones deben ser reforzadas en sus estructuras…con el sismo del 1 de febrero de este año, con epicentro cercano a Ipiales,  67 viviendas resultaron afectadas debido a fallas en la construcción al no aplicar estructuras antisísmicas”.

Este y otros planteamientos y recuerdos fueron expresados en el auditorio de El Sena, en Popayán, el Paraninfo Caldas, el Colegio Mayor del Cauca y otros escenarios, al cumplirse 30 años del terremoto, complementando la serie de conferencias, conversatorios, exposiciones fotográficas, de artes plásticas, planos arquitectónicos, videos y filmaciones antiguas y recientes sobre el evento que de sopetón y sin anestesia, sacudió las estructuras físicas y sociales de la ciudad, que a pesar de haber sido reconstruida físicamente, especialmente en el centro histórico y transitado de asentamientos a barrios en los antiguos potreros ocupados por los damnificados del terremoto y estar mejor preparados para prevenir y afrontar emergencias, aún vive sobre el magma potencialmente telúrico del desempleo, debido a su poca vocación industrial y mínimo interés que despierta en el gran capital para instalar factorías en la ciudad y a la gran afluencia de desplazados del conflicto armado interno que han llegado a la periferia en los últimos años.

-Hay que pensar en hacerle una reingeniería a la ciudad para afrontar sin contradicciones la conservación de la arquitectura, las tradiciones coloniales y retos de la ciudad moderna, ofreciendo además de eventos como la Semana Santa, otros atractivos, como lo han hecho con buenos resultados en Bogotá y en Cartagena… antes del terremoto existía una economía de Fami-empresas en los sectores de alimentos y otros servicios que atendían el mercado local, pero muchas sucumbieron en el sismo y las que se levantaron no pudieron competir ante la avalancha de productos industriales que coparon los mercados… Fuera de eso la población se duplicó y los que temporalmente trabajaron en la reconstrucción se quedaron desempleados, sin que creáramos nuevas fuentes de empleo-, afirma ante escasa asistencia en el auditorio de El Sena, el ingeniero Libardo Marino Dorado, quien era gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Popayán, hace 30 años. –Recuerdo que regresé, tan pronto pude de Quito, y con los ingenieros y trabajadores de la empresa hicimos un censo de daños en las redes de acueducto y alcantarillado y un rápido plan de contingencia para reconectar el servicio con prontitud y gracias al plan maestro a 25 años, implementado desde 1977, logramos que las redes pudieran abastecer a los 36 asentamientos ubicados al occidente de la ciudad, pues los tubos llegaban hasta ‘las chozas’. Además acabábamos de inaugurar un  nuevo tanque de almacenamiento de 3.000 M3 de capacidad y de optimizar las plantas de tratamiento de Tulcán y del Tablazo-.

Pedro Galíndez, quien conoció a la madre de sus hijos en medio de la organización de las cerca de 20.000 personas sin techo que instalaron sus cambuches en potreros que rodeaban a la ciudad, recuerda que, con el después asesinado Lucho Calderón pertenecieron a una organización Pro  Defensa de los Derechos Humanos, impulsada por el excanciller Alfredo Vásquez Carrizosa, para defender a sindicalistas, dirigentes de barrios, líderes campesinos e indígenas,  profesores, estudiantes y activistas de izquierda, que afrontaban la dura represión impulsada desde el gobierno de Turbay Ayala, cuando implementó el nefasto ‘Estatuto de Seguridad’, que era como duplicar el Estado de Sitio entonces vigente.

Después del terremoto, superado el golpe inicial recorrieron la ciudad para evaluar la situación y a la cinco de la tarde del 31 de marzo se reunieron en el parque Benito Juárez, donde algunos destechados habían instalado unas carpas. -Ahí  creamos el Comité Permanente Pro damnificados, con dirigentes populares y de diversos partidos políticos.

– Acudimos a la alcaldía y el 1º de abril nos facilitaron una carpa desde donde empezamos a trabajar en la atención primaria de salud y en la distribución de alimentos y auxilios…El domingo salimos a recorrer la ciudad y vimos que en zonas verdes y en potreros de la periferia, los habitantes de los derruidos inquilinatos y casas arrendadas están construyendo cambuches. Primero surgen las necesidades de abastecimiento de agua y la gente se conecta directamente a la tubería, después hacen lo mismo con la energía tomándola de los cables y a partir de entonces se plantean la necesidad de hacerse a una vivienda permanente en los sitios que ocupan…Llaman a los propietarios de los terrenos para intentar negociar, se proponen unir a los vecinos en comités de salud, abastecimientos, educación, seguridad, etc, para organizar la creación de los nuevos barrios…espontáneamente entre los hombres y mujeres surgen líderes naturales, muchos sin trabajo permanente y la mayoría en el rebusque brindado por oficios temporales…hacemos un  sencillo diseño urbanístico con lotes de máximo de 7mts por 15 y calles estrechas para que cupieran más…durante diez meses nos enfrentamos con Planeación Municipal por los diseños y otros controles, reivindicamos la autoconstrucción impulsada por el Sena…crece la inquietud e intentan desalojarnos por invasores y acusándonos de provenir de otras ciudades, lo que era falso… luchamos contra el desalojo, seguimos trazando calles, manzanas, instalando postes y en los cambuches aparecen las primeras antenas de televisores…entran a respaldarnos importantes sectores campesinos de Fanal y el Cric sumándose a la causa de los damnificados del terremoto…a los dos meses éramos como 20.000 personas en los asentamientos y empiezan las manifestaciones para que nos tuvieran en cuenta con los recursos y que no sólo los destinaran para la reconstrucción del centro histórico… nos movemos en medio de la represión, desinformación y las amenazas de desalojo… cuando crean el Comité de Reconstrucción del Cauca, CRC, los del Comité de damnificados solicitamos participación directa y decisoria, pero nos la niegan…ese derecho a las comunidades años después  sólo lo reconocería en el papel, la Constitución del 91… organizamos una marcha a Bogotá para entrevistarnos con el presidente de la República… de 350 llegamos 150 que fuimos acogidos en el barrio Policarpa Salavarrieta… las autoridades locales, departamentales y nacionales acusándonos de invasores, nosotros defendiéndonos argumentando que lo hicimos por supervivencia y al final el presidente Belisario, no sé, si por razones personales, políticas o por lo que fuera decidió no desalojarnos… aunque instituciones del Estado y organismos de seguridad que no fueron investigados, intentaron desbaratar el proceso y en la noche del 25 de julio, antes de una reunión en una casa del barrio Palacé, asesinan a los dirigentes Luis Calderón y Luis Eduardo Solarte… produciendo el efecto contrario pues el movimiento se fortaleció organizando y legalizando las Juntas en los asentamientos para emprender la autoconstrucción asesorados por El Sena aprovechando los materiales donados por sindicatos, comunidades, organizaciones privadas y particulares… Recuerdo que el sindicato de los trabajadores petroleros de la USO con sus aportes construyeron el barrio Berlín… Creyeron que si mataban a “Los Luchos” descabezaban el movimiento… pero ahora somos 50.000 habitantes con problemas de desempleo y seguridad por falta de pedagogía social en la conformación de una sociedad más justa-, termina su intervención Pedro Galíndez.

El ingeniero Jorge Campo, recuerda que en esa época era concejal ad honorem, sin sueldo y después del sismo visitó el barrio Camilo Torres, que había construido en compañía con su hermano y El Guayabal que estaba en obra, constatando que en el primero no había pasado nada y en el segundo se desplomaron 35 casas a las que no se habían alcanzado a hacer las vigas de amarre. Posteriormente se puso a órdenes del alcalde Luis Salazar, quien lo encargó de enfrentar el caos generado en el cementerio central con la destrucción de varios panteones y las salidas de los ataúdes de sus nichos, algunos sobre las casas del barrio Camilo Torres.

 -Afluyeron centenares de personas, algunas casi histéricas que le ponían a los muertos más interés que a los vivos y hasta intentaron agredirnos,  por lo que debimos acudir a la colaboración del ejército, pues para solucionar la emergencia sanitaria, con la autorización del arzobispo, utilizamos las tumbas vacías para ubicar los ataúdes que se había salido, apuntando los datos de las lápidas y a los tres días el alcalde puso un ultimátum para que las personas acudieran a identificar los restos de sus deudos o si no serían enterrados en fosa común… Decidimos suspender las obras en las urbanizaciones El Guayabal y Antonio Nariño, que adelantábamos con mi hermano y pusimos dos retroexcavadoras y varias volquetas al servicio del comité de rescate…recuerdo que donde estaba la panadería Las Delicias, levantamos una losa de concreto y debajo de ella salieron vivas doce personas…todas blancas, llenas de harina… desgraciadamente otros cinco murieron…donde no lleguemos a tiempo habían corrido igual suerte-

Otro hecho destacado por el ingeniero Campo, es el sucedido en un terreno de su propiedad en el que habían diseñado con sus calles, parques, zonas verdes y deportivas, etc, una urbanización para construir 278 viviendas y ya contaban con un crédito del BCH para iniciar las obras. –Después del terremoto el lote fue invadido y la gente empezó a construir cambuches…al día siguiente les llevamos los planos para que se ubicaran de acuerdo a ellos, pero fue imposible…y al final sólo logramos que respetaran el área de la cancha de fútbol, donde instalamos un caseta de 100 mts por 60, cubierta con plástico para ubicar a las mujeres y los niños…días después cuando la gobernadora del Cauca anunció que iban a desalojar los lotes ,como propietarios del nuestro nos opusimos… posteriormente seguimos  colaborando con la comunidad que reconoció nuestra labor cuando bautizaron la mitad del barrio que después se construyó como “Los Campo”, la otra mitad fue llamada “31 de marzo”-, finaliza.

 Victoria Constaín recuerda como vio en un calentador de agua en un apartamento de estrato cinco donado a los damnificados por un gobierno extranjero y otros asistentes refieren historias similares con utensilios, víveres, carpas y frazadas y ropas donadas por la Cruz Roja de varios países del mundo, -irregularidades y oportunismo de los vividores que eran muy comunes en esa época cuando localmente en el país, no existían Comités de Desastres que coordinaran este tipo de emergencias y los cuales sólo fueron creados después de tragedias como la de Popayán y Armero- interviene el arquitecto Hernán Varona, actual director del Comité Municipal de Prevención de Emergencias. 

Pedro Galíndez, terminó con una crítica a los organismos de socorro de la ciudad, debido a la falta de presteza en la prestación de sus servicios, cuando hace pocas semanas, en horas de la madrugada,  afrontó un accidente familiar al caer accidentalmente uno de sus hijos al río Cauca, crecido después de una intensa lluvia, pereciendo ahogado al ser arrastrado por las aguas, -sin que oportunamente acudieran los bomberos y otras dependencias en la búsqueda de la víctima,  -pues no trabajamos de noche, dizque por razones de seguridad- así me respondieron…son unos burócratas irresponsables que no han aprendido del terremoto y otras tragedias que nos pueden llegar de noche…debimos llamar algunos amigos voluntarios de la Defensa Civil y la Cruz Roja, para que por su cuenta nos ayudaran a buscarlo…sólo después de las nueve de la mañana, con la presencia de vecinos del sector vinculados a la búsqueda encontramos el cadáver- .


 

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