Papa Francisco: “¡Cuántas veces dejamos al Señor en un rincón!”

El Púlpito. Papa Francisco: “¡Cuántas veces dejamos al Señor en un rincón!”

“¡Cuántas veces dejamos al Señor en un rincón, en el fondo de la barca de la vida, para despertarlo solo en el momento de la necesidad! Pidamos hoy la gracia de una fe que no se canse de buscar al Señor, de llamar a la puerta de su Corazón. La Virgen María, que en su vida nunca dejó de confiar en Dios, despierte en nosotros la necesidad vital de encomendarnos a Él cada día”, dijo el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro al referirse a la liturgia que narra el episodio de la tempestad calmada por Jesús.
“Muchas veces también nosotros, asaltados por las pruebas de la vida, hemos gritado al Señor: “¿Por qué te quedas en silencio y no haces nada por mí?”. Sobre todo, cuando parece que nos hundimos, porque el amor o el proyecto en el que habíamos puesto grandes esperanzas desvanece; o cuando estamos a merced de las persistentes olas de la ansiedad; o cuando nos sentimos sumergidos por los problemas o perdidos en medio del mar de la vida, sin ruta y sin puerto. O incluso, en los momentos en los que desaparece la fuerza para ir adelante, porque falta el trabajo o un diagnóstico inesperado nos hace temer por nuestra salud o la de un ser querido. Son muchos los momentos en los que nos sentimos en tempestad, nos sentimos casi acabados”, agregó el Papa.
“En estas situaciones y en muchas otras, también nosotros nos sentimos ahogados por el miedo y, como los discípulos, corremos el riesgo de perder de vista lo más importante. En la barca, de hecho, incluso si duerme, Jesús está, y comparte con los suyos todo lo que está sucediendo. Su sueño, por un lado, nos sorprende, y por el otro nos pone a prueba. El Señor está ahí, presente; de hecho, espera – por así decir – que seamos nosotros los que le impliquemos, le invoquemos, le pongamos en el centro de lo que vivimos. Su sueño nos provoca el despertarnos. Porque, para ser discípulos de Jesús, no basta con creer que Dios está, que existe, sino que es necesario involucrarse con Él, es necesario también alzar la voz con Él. Escuchad esto: es necesario gritarle a Él. La oración, muchas veces, es un grito: “¡Señor, sálvame!”. Hoy, día del refugiado, estaba viendo en el programa “A sua immagine” (A su imagen), muchos que vienen en pateras y cuando se van a ahogar gritaron: “¡Sálvanos!”. También en nuestra vida sucede lo mismo: “¡Señor, sálvanos!”, y la oración se convierte en un grito”, manifestó en su oración el Pontífice.
EN MEDIO DE VIENTOS
“Hoy podemos preguntarnos: ¿cuáles son los vientos que se abaten sobre mi vida, cuáles son las olas que obstaculizan mi navegación y ponen en peligro mi vida espiritual, mi vida de familia, mi vida psíquica también? Digamos todo esto a Jesús, contémosle todo. Él lo desea, quiere que nos aferramos a Él para encontrar refugio de las olas anómalas de vida. El Evangelio cuenta que los discípulos se acercan a Jesús, le despiertan y le hablan (cfr v. 38). Este es el inicio de nuestra fe: reconocer que solos no somos capaces de mantenernos a flote, que necesitamos a Jesús como los marineros a las estrellas para encontrar la ruta.
La fe comienza por el creer que no bastamos nosotros mismos, con el sentir que necesitamos a Dios. Cuando vencemos la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, cuando superamos la falsa religiosidad que no quiere incomodar a Dios, cuando le gritamos a Él, Él puede obrar maravillas en nosotros. Es la fuerza mansa y extraordinaria de la oración, que realiza milagros”, reflexiona el sucesor de San Pedro.
“Jesús, implorado por los discípulos, calma el viento y las olas. Y les plantea una pregunta, una pregunta que nos concierne también a nosotros: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?» (v. 40). Los discípulos se habían dejado llevar por el miedo, porque se habían quedado mirando las olas más que mirar a Jesús. Y el miedo nos lleva a mirar las dificultades, los problemas difíciles y no a mirar al Señor, que muchas veces duerme. También para nosotros es así: ¡cuántas veces nos quedamos mirando los problemas en vez de ir al Señor y dejarle a Él nuestras preocupaciones! ¡Cuántas veces dejamos al Señor en un rincón, en el fondo de la barca de la vida, para despertarlo solo en el momento de la necesidad! Pidamos hoy la gracia de una fe que no se canse de buscar al Señor, de llamar a la puerta de su Corazón. La Virgen María, que en su vida nunca dejó de confiar en Dios, despierte en nosotros la necesidad vital de encomendarnos a Él cada día”, concluyó en su mensaje.
DESPUÉS DEL ÁNGELUS
Uno mi voz a la de los obispos de Myanmar, que la semana pasada lanzaron un llamamiento llamando la atención del mundo entero sobre la desgarradora experiencia de miles de personas que en ese país están desplazados y están muriendo de hambre: “Nosotros suplicamos con toda la gentileza permitir pasillos humanitarios” y que “iglesias, pagodas, monasterios, mezquitas, templos, como también escuelas y hospitales” sean respetados como lugares neutrales de refugio. ¡El Corazón de Cristo toque los corazones de todos llevando paz a Myanmar!.
Hoy se celebra la Jornada Mundial del Refugiado, promovida por las Naciones Unidas, sobre el tema “Juntos podemos hacer la diferencia”. Abramos nuestro corazón a los refugiados; hagamos nuestras sus tristezas y sus alegrías; ¡aprendamos de su valiente resiliencia! Y así, todos juntos, haremos crecer una comunidad más humana, una única gran familia.
Dirijo una cordial bienvenida a todos vosotros, procedentes de Roma, de Italia y de otros países. Veo peruanos, polacos… y otros países allí… En particular, saludo a la Asociación Guías y Scout Católicos Italianos; la delegación de madres profesoras en las escuelas italianas, los jóvenes del Centro Padre Nuestro de Palermo, fundado por el beato don Puglisi; los jóvenes de Tremignon y Vaccarino, y los fieles de Niscemi, Bari, Anzio y Villa de Briano.
NUEVA CIRCUNSCRIPCIÓN CON EL NOMBRE DE COLOMBIA Y ECUADOR
El 11 de junio, el Prelado del Opus Dei erigió una nueva circunscripción con el nombre de Colombia y Ecuador. La sede del gobierno será en Bogotá.
En su mensaje del pasado 30 de enero, Mons. Ocáriz señalaba: “durante los últimos meses se ha llevado a cabo un estudio sobre la situación de las circunscripciones de la Prelatura, con vistas al proyecto de mejorar el impulso y la coordinación de las labores apostólicas, siguiendo las recomendaciones del pasado Congreso General (cfr. Carta pastoral, 14-II-2017, nn. 13 y 15).
En un mundo globalizado y ante la necesidad de estar cada día más cerca de las personas y de las labores apostólicas, explicaba que “esa reducción del número de estructuras –estudiada en la Asesoría Central y en el Consejo General– permitirá mayor agilidad y eficiencia en el trabajo y, también, más atención al cuidado de las personas, al apostolado de cada uno en el propio ambiente profesional, familiar y social, junto a las actividades formativas promovidas en y desde los centros de la Prelatura”.
NUEVA REGIÓN
La labor apostólica en los dos países se ha consolidado en diversas ciudades. De igual manera, la Prelatura se encarga, a petición de los padres de familia, de la formación en la fe de algunos preescolares y colegios de educación primaria y secundaria en los dos países.
Por otro lado, a través de convenios entre la Universidad Hemisferios, en Quito, y la Universidad de La Sabana, en Bogotá, se le encomendó a la Prelatura la orientación cristiana de esos centros de enseñanza superior.
En la ciudad de Guayaquil, sacerdotes del Opus Dei se encargan de la atención pastoral de la iglesia rectoral de San Josemaría.
EL VICARIO REGIONAL

Con la nueva circunscripción, el Prelado ha nombrado al Pbro. Jorge Mario Jaramillo Echeverry, como nuevo Vicario regional de este territorio y como Vicario secretario a Mons. Hernán Salcedo Plazas, quien durante más de 28 años ha estado al frente de la Prelatura en Colombia. De este modo, con su experiencia y dando continuidad en el gobierno, ayudará al nuevo Vicario regional en el inicio de esta etapa en la historia del Opus Dei en Colombia y Ecuador.
Jorge Mario Jaramillo Echeverry (Cali, 1978), es el menor de cuatro hermanos. Abogado por la Universidad de los Andes (Bogotá, 2001). Antes de la ordenación sacerdotal residió en las ciudades de Cartagena y Barranquilla, trabajando en un despacho de abogados. A partir del 2002, se trasladó a Bogotá para ocuparse de tareas de dirección en el gobierno regional de la Prelatura en Colombia y se vinculó a la Universidad de la Sabana como docente y directivo.
Posteriormente en 2011, viajó a Roma para adelantar estudios de teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y se doctoró en Teología Dogmática (2015). Recibió la ordenación sacerdotal de manos del Obispo Prelado Mons. Javier Echevarría el 9 de mayo de 2015.
Estuvo unos meses en Sevilla, España, iniciando sus prácticas pastorales y regresó al país en diciembre de ese mismo año, para encargarse de la labor apostólica con universitarios en el Centro Cultural Hontanar.
Desde 2017, se venía desempeñando como Vicario secretario, ayudando a Mons. Salcedo en el gobierno de la labor apostólica con las mujeres de la Prelatura en Colombia.
ÁNGEL LASHERAS, NUEVO RECTOR DE TORRECIUDAD

El sacerdote Ángel Lasheras, nacido en A Coruña en 1955, ha sido nombrado nuevo rector del Santuario de Torreciudad. Sustituye a Pedro Díez-Antoñanzas, que se incorporó en octubre de 2016 y que continuará sus tareas pastorales en Zaragoza.
El nuevo Rector, Ángel Lasheras, es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela. Y es Doctor en Filosofía eclesiástica por la Universidad de la Santa Cruz de Roma, con una tesis en Metafísica de la belleza en Santo Tomás de Aquino.
Al terminar la carrera de Medicina en 1978, vivió en diferentes ciudades de Galicia —Santiago de Compostela, Vigo, Ferrol— hasta 1991, año en el que se trasladó a vivir y a estudiar a Roma, donde permaneció hasta el mes de enero de 1998.
Fue ordenado diácono en Torreciudad, en el verano de 1997, y recibió la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Javier Echevarría, Obispo y Prelado del Opus Dei, el 21 de septiembre de 1997.
Ha desarrollado su ministerio sacerdotal siendo Vicario de las Delegaciones de Valladolid y de Galicia del Opus Dei, desde 1999 hasta 2019. En agosto de 2019 se trasladó a vivir a Madrid, donde reside actualmente, y ha ejercido su labor pastoral en los Centros de la Prelatura y en la labor de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.
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