¿Silvia Aponte: cómo te gustaría que te recordaran?
¡Como al Llano!
Respondió con las últimas Paraulatas,
que se alejaban con las brisas
por la inmensidad de la sabana.
Mirándola a los ojos
De pronto descubrí
que por ellos
pasaban ríos y pájaros.
El día como un toro bravío
en busca de sus sueños.
Porque Silvia Aponte
era un sueño lleno de tigres y ternura
dibujando con sus rayas y colores la llanura.
Jamás conocí a un ser
con más pasión que ella con su arte
por la palabra… su palabra,
que como redes salían de sus manos a pescar
en las profundas aguas de los sueños.
Ahora Silvia Aponte está dormida más allá de la lluvia
que tempranera hoy llegó a despedirla
convertida en lágrimas de algún dios.
Vi frente a su casa la calle donde los ríos se desbordaban
que ella iba ya iba en la barca de Creonte
navegando hacia otros paisajes más amables de la eternidad.
¿Qué le preguntará ese dios indiferente a Silvia Aponte
que no sepa ella?
Silvia Aponte fue como nadie auténtica
verdadera, sabia, solidaria
como su tierra donde no se detienen de sonar en su partida
las arpas y el cantar de los gallos rojos del amanecer…
Cuando mueran no me lloren le dijo una vez a su hija Marlen.
Pongan en vez de su llanto a la lluvia
a regar con sus truenos mi tumba.
Que los potros y tigres de mi infancia que conocí con mi padre
en la cacería del caimán por los esteros
vengan a estar conmigo en este viaje
al que llevaré a todos ustedes
en mi corazón hecho de frutas…
Villavicencio, 2 de septiembre de 2014.
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