Una de las personas afectadas es el señor Wilberto Carabali, quien pidió la intervención del gobierno municipal, departamental y demás organismos competentes para hacerle frente a esta emergencia antes de que ocurra un desastre.“La vivienda que hice trabajando con tanto esfuerzo está en riesgo, pues el río ya se me llevó el baño y el lavandero, no tengo para donde irme. Necesitamos que el gobernador, el alcalde y organismos de socorro nos ayuden con esta problemática que nos aqueja”, expresó Carabali.

Para Amalfi Vidal residente del sector es preocupante esta situación porque ella no tiene a donde irse con Clara Evelia, su madre, una adulta mayor de 80 años con una amputación transfemoral izquierda.

“Que están esperando que ocurra un siniestro para decir que lo sienten, realmente los únicos que después lo vamos a lamentar somos nosotros que sí sentimos lo que es vivir con una amenaza de este tipo”, manifestó Vidal.

La Alcaldía de Padilla declaró calamidad pública por las afectaciones que deja la ola invernal tras el desbordamiento de los ríos Hato, Güengüe y el riesgo en la vía departamental Padilla-Corinto donde están situadas las viviendas anteriormente mencionadas. También informó que la bocatoma de la empresa de servicios públicos EMPADILLA no está funcionando por los daños que ocasionó la creciente súbita, dejando sin servicio de agua Potable a toda la comunidad.