A la comunidad padillense se le rebosó la copa, pero no de agua. Al completar 35 días sin agua potable, decidieron protestar con el bloqueo intermitentemente de las vías que comunican al municipio con sus vecinos de Puerto Tejada y Corinto para exigir una solución a la sequía que padecen.
Como lo registró Proclama oportunamente, desde el pasado 9 de febrero una empalizada del río Guengüe destruyó gran parte de la bocatoma.
Según la alcaldesa, Noralba Zapata, mientras se construye una nueva bocatoma, la opción para aliviar un poco esta situación es una motobomba, pero hasta ahora siguen esperando la que fue ofrecida por la Gobernación del Cauca.
La alcaldesa espera reiterarle la demanda al presidente Uribe mañana, cuando realice un consejo comunitario en Suárez, pues su comunidad ha dicho que no puede esperar un día más.
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