Protege a nuestra Santa Iglesia Católica y alcanza luz a los gobernantes y dirigentes para que trabajen con amor por sus comunidades y haya paz entre nuestros pueblos.

Después de la gracia particular que te pedimos, dadnos también la bendición mayor de preservar en nuestra fe y en tu amor, para así merecer la realización de la promesa que Nuestro Señor Jesucristo nos hiciera cuando dijo: «El que persevere hasta el fin se salvará.»

A ti pues, Niña querida, clamamos para que intercedas por tan singular favor.

Amén.

LABM.