Siempre se ha dicho que el Oro es el refugio ante cualquier vicisitud. Se usaba mucho que la gente en su caja fuerte guardaba lingotes de oro, los cuales entre peor estuvieran las cosas más valían. Todo tiene sus extremos, también hay personas para quienes no hay oro que valga puesto que en una guerra no vamos a poder comernos el oro. Todo es respetable y tienen mucha razón en ello. Como pregunta de examen, les quería traer aquí un dato que vale oro: valga la redundancia, el valor del oro. Resulta que a cierre de mercado en Nueva York, la onza Troy valía 1.215,53 dólares. Leemos esto y nos encontramos frente a otra duda: ¿qué es una onza troy? No tiene nada que ver con Troy Pierce, el dj de Minnimal Techno. Una onza troy equivale a 31 gramos aproximadamente. Así que 31 gramos de oro, haciendo la conversión al cierre del dólar que fue 3.065,75, valen 3’726.511 pesos. Voy a divagar, y así llego a que un gramo de oro vale 120.210 pesos. O sea que con un gramo de oro podría comprar 39 canciones en iTunes de 0.99 dólares cada una. Interesante, me voy a ir al río a cernir arena.

Luego de este análisis y continuando con cifras en nuestro «Cyphertuesday», he de decirles que la mayoría de Tes subieron de precio. Digo mayoría porque por ejemplo los julios de 2020 no lo hicieron, antes bajaron. Cuando ocurren esas irregularidades se dice que la curva cambia de curvatura. Pero no hay que abrumar con tanto número, más bien les dejo lo que suena en mi mente en este momento, recordando lo vivido el jueves por la noche en el Estéreopicnic hace ya unas cuantas semanas: «Yes, I’m changing» de Tame Impala. Oigan esa voz tan hermosa, oigan el crescendo a los 1:37 minutos y pueden imaginar cómo me estremezco. Quiero transmitirles esa belleza. Es oro en toneladas, no en onzas troy.

¡Buena suerte para hoy!

P.D. dos pequeñas píldoras cinematográficas: cambio láminas de Zootopia para quien esté interesado; y se viene con toda El Libro de la Selva. Ya les contaré todo.