
Música y Biblia

La música va a hablar de mí, fueron palabras del gran músico Beethoven, con su música, él desnuda su alma, con la Biblia desnudamos a ese ser tan maravilloso de la vida, Dios. Beethoven con sólo 4 notas desnuda su alma, Dios con sólo una palabra nos muestra su gran esencia: El amor, que dio a su hijo unigénito para que nos redimiera de nuestros pecados.
Muchos encuentran en la música, terapias, con la Biblia encontramos la mejor terapia que nos saca de la depresión, del fracaso, del miedo y nos muestra el norte, el camino, la verdad y la vida eterna.
El libro de Amos, indica que la música se fue volviendo más formal y que la calidad de la música fuera aceptada por Dios. En el Nuevo Testamento, la música cumplía una función de ayuda emocional.
Qué bueno que el hacer música o interpretarla sea para glorificar a nuestro Padre Celestial, a pesar de que existen canciones que no mencionan a Dios, son muy bonitas porque a través de ellas nos enseñan valores y de esta manera acatar lo que dice la palabra en Filipenses 4:8 “… si algo es digno de alabanza, en esto pensad”.
La música ha servido para expresar sentimientos de alegría y alabanza a nuestro Padre Celestial, vemos que El Señor le pregunta a Job:” Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra, alababan las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios (Job 38-7).
Todas las épocas y todos los lugares están marcados por la música, se cantaba en las siegas y en las vendimias, en momentos de partir, en los reencuentros, a la llegada de la primavera, el novio le canta a la novia, cantos de amor, pero, sobre todo, nuestro Manual de vida: La Biblia nos dice que debemos cantar a Jehová porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia.
Es pues, la música un verdadero regalo de Dios y para Dios porque como dice la palabra: Él, habita en medio de la alabanza y uno de los mejores ejemplos de alabanza a Dios son los cánticos del Rey David.
Es menester recordar en el libro de Lucas 2:14 el nacimiento de Jesús fue anunciado por un coro de ángeles celestiales entonando el Gloria a Dios en las alturas, que posteriormente sería cantado por millones de cristianos que lo cantamos con alegría y de corazón.
La música la debemos elegir con cuidado porque con ella, se puede llegar a un grado de depresión que, en lugar de salir del atolladero, te hunde más y más. Debemos rechazar la música que lleva al odio, a la violencia. La música que debemos escuchar y cantar debe ser la mejor, que nos sirva de terapia y que sea para para honrarlo y glorificarlo.
¡Que viva la música! y la lectura de su palabra enunciada en los Salmos, en Los Cantares y Lamentaciones. Cantar a Jehová, desde lo más profundo de nuestro corazón, es lo mejor que podemos hacer, dando gracias a Dios por todo y por las infinitas bendiciones recibidas.
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