Los negros, los grandes perdedores de las elecciones para Congreso

Escrito por: Gustavo Andrés González V.
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Twitter: @GustavoAndresG
“La victoria de la excandidata a la alcaldía de Cartagena María del Socorro Bustamante y de Moisés Orozco como representantes por Circunscripción Especial de Comunidades Negras, ha generado polémica en el país”
Tras la llegada al Congreso en 1933 del doctor Diego Luis Córdoba, uno de los afrocolombianos más representativos, el discurso racista en contra de una población que ha sufrido por siglos el rigor de la discriminación y de la altivez de descendientes de gamonales esclavistas no se hizo esperar, el imperante nazismo encarnado en las extremas partidistas colombianas que aún se oponen a la renovación del país, desde su vocería en el Congreso lanzaron la inquisidora frase “Se oscureció el Congreso”; en aquel momento el eminente académico doctor Córdoba le salió al paso al airado rechazo respondiendo “pero se iluminaron las mentes”; ese enriquecido debate fue el inicio de una historia distinta sobre la participación de los negros en las instancias de decisión en el país. Desde allí son varias las figuras que han logrado incursionar con una destacada presencia en los escenarios de poder.
Sin embargo esa participación no ha sido proporcional al número de afros en Colombia. Solo en 1993 con la expedición de la Ley 70 se institucionalizaron dos curules para los negros por circunscripción especial en la Cámara de Representantes, no obstante, ése, mas que un escenario político, se ha convertido en un espacio para la afro-farándula que en palabras de la misma exsenadora Piedad Córdoba ponente de esta ley “no le ha servido para nada a los negros”. La masiva candidatización de artistas y deportistas que con derecho propio aspiran a ocupar estas dos curules, han dejado en entredicho el verdadero objetivo de la circunscripción que infructuosamente ha querido ampliarse hasta el Senado de la República. Pero cualquiera sería la mejor solución, menos que dos personas que no representan las necesidades ni el sentir afro entren a ocupar esos espacios.
Una abultada votación le entregó una de las curules a María del Socorro Bustamante una excandidata a la alcaldía de Cartagena que en varias ocasiones intentó llegar sin éxito a la Cámara de Representantes, como lo dio a conocer el analista político León Valencia; respecto a ella se coincide en los círculos sociales de los afro, que poco o nada se conoce de su incidencia en el trabajo por esta población, mientras que la otra curul se la ganó en el mismo movimiento Fundación Ébano de Colombia, Moisés Orozco Vicuña, un abogado cuestionado por sus supuestos nexos con grupos ilegales en el sur occidente colombiano; de él tampoco se tiene conocimiento.
Los que sí se sabe, es que este controvertido triunfo coincide con la separación del actual representante a la Cámara por las negritudes, Yahir Acuña, quien decidió inscribir su candidatura por circunscripción regional en Sucre y arrasó con dos de las tres curules de ese departamento. En los pasillos políticos de la costa norte se menciona al movimiento Fundación Ébano de Colombia como un invento del actual congresista, quien habría logrado alianzas importantes para estas elecciones, convirtiéndose en el varón electoral del Atlántico colombiano.
El líder afrocolombiano Juan de Dios Mosquera, no solo rechazó que los dos nuevos representantes afro en la Cámara no sean negros, sino que estén seriamente cuestionados por sus supuestas relaciones con grupos u organizaciones ilegales, lo que es razón de preocupación entre la dirigencia política de este grupo poblacional, donde ya se escuchan voces de protesta y posibles movilizaciones para oponerse a la posesión como nuevos representantes por circunscripción especial de comunidades negras de los dos congresistas electos.
Este resultado se da en medio de la urgente necesidad de que los negros en Colombia retomen el ideario de alcanzar espacios de decisión en Colombia, pues pese a tener dos ministros en el gabinete Santos e incluso, una representante en la mesa de diálogos en La Habana, las posiciones políticas en el Congreso son precarias al punto de no contar con un grupo sólido que pudiera conformar la bancada afro en esa institución, motivo de preocupación, pues es bien sabido que este es el grupo poblacional con mayor retraso en su desarrollo socio económico. Prueba de ello son las difíciles condiciones que se viven hoy en Buenaventura, que no es cosa distinta que el espejo de la situación de la mayoría de asentamientos negros en el país como el Chocó y varias de las costas colombianas donde los índices de pobreza desbordan cualquier extremo de miseria.
Como se ve, la consternación porque las curules hayan sido alcanzadas por personas distintas para quienes fueron concebidas, no es solo motivo de orgullo, sino una preocupación que no solo debe llamar a que el Estado y la dirigencia afro nacional tomen medidas para evitar que los negros seamos burlados, sino que también debe llamar a que se replantee este escenario que de aquí en adelante ante el revés en la historia, debe de prestarle un mejor servicio al país y especialmente a los afrocolombianos.
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