Legado cultural del Testamento Balboense
El Testamento Balboense, el certamen más tradicional y cómico de la sociedad de esta municipalidad surcaucana, empieza a perfilarse para su nueva versión para el próximo 31 de diciembre.
Y es que a pesar de que muchos no quisiéramos una porción de “herencia”, esta celebración lleva desarrollándose durante más de 30 años en el Balcón del Patía, cuyos primeros creadores y protagonistas fueron los señores Máximo López, Nectario López, Simón López, Gentil Ijaji y Larry Olmedo Guerrero, y en la actualidad es realizada por un grupo de más de 15 artistas, bajo la dirección del licenciado Eivar Cerón y la agrupación cultural Fundación Testamento, que representan figuras públicas como el papa, el cura párroco, los sacristanes, el coro parroquial, el viejo, personajes de la farándula municipal y nacional como Gustavo Petro, Tola y Maruja, El Culebro, entre otros, para cuyo montaje de la escena artística y coreografía siempre se cuenta con el apoyo del comercio local, Administración Municipal y las risas de los balboenses.
Los politiqueros, los servicios públicos, los medios de comunicación, el desorden en el transporte, los despistados, las metidas de “pata”, los infieles, los divorciados, las borrachas, los chamuscaos, los tacaños, el gobierno municipal, departamental y nacional, las reconciliaciones y volteadas políticas, el hospital, el sector educativo, las empresas de transporte, la parroquia y hasta la policía nacional, entre otros personajes e instituciones de la cotidianidad balboense no se han escapado al lente del testamento municipal, cuyos “sabuesos” de la Fundación Testamento están atentos de lo que pasa en los barrios y oficinas de Balboa, tomando las notas de las conjeturas callejeras e institucionales y aprovechando que algún paisano les dé “papaya”.
“Alegrar el ambiente de fin de año y robar sonrisas cálidas y amables es el propósito del testamento”, de acuerdo con lo expresado por el docente Eivar Cerón, uno de sus artistas, y es que a pesar de tantos momentos difíciles vividos en el Balcón del Patía, como la erradicación de los cultivos ilícitos, los hostigamientos guerrilleros, las pirámides, la recesión económica, el testamento no ha faltado y ha hecho que los sucesos más tristes sean una oportunidad para la parodia, las letanías, las lecturas, los responsos, el evangelio, la exageración, la crítica constructiva, la reflexión colectiva y la educación ciudadana.
Como se diría en el argot popular, “aquí se habla de todo el mundo pero no se le sostiene a nadie”. La Fundación Testamento se prepara para una nueva presentación de este tradicional y cómico certamen de la comunidad del Balcón del Patía, que lo apoya y lo espera cada fin de año con gran expectativa y alegría comunitaria.
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