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La mentirosa farsa de los estudios de opinión de El Tiempo y La W, replicados por RCN y los grandes medios
El sábado 27 marzo, 2010 a las 3:51 pm
Por Alfonso Lunageller (27 de Marzo de 2010).- La historia de la investigación de la comunicación nos enseña que la conducta humana es una respuesta mecánica frente a estímulos externos. Lógicamente, no es el motivo de este escrito entrar en disquisiciones psicológicas, pero sí es necesario recordar que las reacciones del público, el comportamiento de las masas, generalmente, responde a condicionamientos mediáticos de gran alcance.
Al respecto, vale la pena desenterrar una historia gringa: “En la noche del 30 de octubre de 1938, millares de estadounidenses fueron aterrorizados por una emisión de radio de la CBS que describía la invasión de los marcianos. Su artífice era Orson Welles, que escenificaba ‘La guerra de los mundos’, la novela fantástica de H.G. Wells. El sociólogo Hadley Cantril, a quien se debe un análisis sobre el impacto de este programa resume así el estado de shock de los oyentes: mucho antes de terminar el programa, en todo EEUU, había personas rezando, llorando y huyendo frenéticamente para no encontrar la muerte a mano de los marcianos. Algunos corrieron en busca de seres queridos. Otros telefonearon para despedirse o alertar a los amigos, corrieron a informar a sus vecinos, buscaron información en las redacciones de los periódicos y las emisoras de radio, o avisaron a las ambulancias y coches de patrulla de policía. Por lo menos seis millones de personas oyeron la emisión y como mínimo un millón de ellas se asustaron o se inquietaron.
El acontecimiento creado por Welles permitía por primera vez hacer un test de tamaño natural sobre las condiciones de sugestibilidad, del recíproco contagio sobre el pánico (Psicosis colectiva).
(…) En el plano de las representaciones sociales, estas escenas de emoción inauditas, que se traducían en actos irreflexivos e incitaciones gregarias, no fueron las últimas en fundamentar la teoría de la omnipotencia de la nueva técnica de comunicación a través de las ondas».
Fuente: Mattelart (1996) La comunicación-mundo, México, Siglo XXI
Leyendo El Tiempo de ayer: “Si la elección presidencial del 30 de mayo se adelantara para hoy, dos candidatos uribistas obtendrían las mayores votaciones y pasarían a disputar la sucesión en una segunda ronda. Juan Manuel Santos, el aspirante del partido de ‘la U’, sacaría alrededor del 34 por ciento de los votos, según la primera encuesta hecha por Datexco para EL TIEMPO y La W después de definida la baraja de candidatos. A Santos lo seguiría Noemí Sanín, la carta conservadora, a más de 12 puntos. Ninguno de sus otros rivales sacaría más del 9 por ciento”. “A escasas siete semanas de que tengan lugar las elecciones presidenciales, Santos, candidato presidencial del Partido de ‘la U’, aparece como el favorito para la primera vuelta. Así se desprende de una encuesta contratada por EL TIEMPO para este diario y La W Radio, con la firma Datexco, que consultó a 2.529 personas sobre intención de voto. De ese total, el 54,8 por ciento (1.200 personas) dijo que votará este 30 de mayo”.
Ocupando prácticamente la primera página y las siguientes de ese periódico, nuevamente los grandes medios de comunicación, en otra muestra de desprecio a la inteligencia, la cultura, la libre reflexión y la responsabilidad cívica de los colombianos, recomenzaron a manosear la opinión pública. La sociedad del conocimiento, contaminada por la sociedad global de la información.
Pretenden componer con sus millones de impróvidos lectores, televidentes y radioescuchas, y a partir de los rumores que se generan espontáneamente por el tratamiento que se le da a la manipulación de la ‘noticia’, otra novedosa caterva de fe en favor de su dueño y, obviamente, candidato preferido, Juan Manuel Santos, a quien le adjudicaron desde ya una victoria electoral. Un supuesto que muestra a la psicología como ciencia políticamente útil, utilizando diferentes técnicas de comunicación persuasiva.
El engaño masivo consiste en hacerle creer al incauto ciudadano, cuyo nivel de instrucción es inferior, que ya no hay nada más que hacer en el debate político colombiano; uno se da cuenta hablando con los amigos en la esquina: simplemente esperar el domingo 30 de mayo para sumarse, sin discernimiento alguno, a las ‘grandes mayorías’ que han venido prefabricando interesadamente los propietarios de la opinión pública, considerada así, patrimonio de esas firmas comerciales de medios.
Siguen vigentes hoy las palabras de J.P. Dupuy y J. Robert en ‘La traición de la opulencia’: “…la medicina nos enferma, la escuela nos embrutece, la comunicación nos vuelve sordos y mudos, el transporte nos inmoviliza. La racionalidad está distorsionada…”.
La mentirosa farsa de los estudios de opinión de El Tiempo y La W, replicados por RCN y los grandes medios se puede comprobar con sencillas fórmulas aritméticas: Colombia es un país con 46 millones de habitantes; la muestra de Datexco se realizó sobre 1.200 personas reales, físicas, que dijeron que van a votar el 30 de mayo, opiniones sustentadas en una ficha técnica que no tiene ninguna objeción. La insignificante muestra que volvieron noticia equivale a un porcentaje del 0,0026% de la población colombiana, cuya respetable opinión es una verdad a medias sobre el 99,9974% restante de colombianos no consultados, pero que valió para que otro medio titulara “El 54% de los colombianos apoya a Juan Manuel Santos”, bien vista, una verdadera mentira.
Manteniendo los porcentajes, es lo mismo que si en mi pueblo, Santander de Quilichao, con 85.000 habitantes, PROCLAMA contratara a la firma Datexco para que hiciera una encuesta local sobre la intención de voto de los quilichagueños. Esta firma toma el teléfono y llama al 0.003% de los habitantes de Quilichao (3 personas) y concluye para titular en la primera página de nuestra próxima edición: el 67% de la intención de voto de los quilichagueños favorece al dueño de los falsos positivos; dos ciudadanos –de los tres entrevistados, cumpliendo toda la normatividad que exige la Ley en la realización de las encuestas- respondieron la encuesta a favor de Juan Manuel Santos, una ridiculez. ¿Hay lógica y puede creerse en este planteamiento? Sin embargo, fue y seguirá siendo la noticia de primera página para los grandes medios.
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