
La Economía Política del cambio agrario

El ante pasado visité la Feria Agropecuaria de Bogotá. Interesante conocer cómo se desarrolla la agricultura comercial en Colombia con las empresas que venden insumos agropecuarios como maquinaria, fertilizantes y genética. Interesante también ver cómo en el pabellón de emprendimientos gastronómicos se concentraba una población de pequeños agricultores, empresarios y comerciantes vendiendo productos típicos colombianos.
Estas observaciones y otras experiencias me hicieron reflexionar sobre el modelo de agricultura en Colombia. Por ejemplo, cuando ingresé AGROSAVIA (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria) por concurso como investigador me nombraron investigador principal en papa. Recuerdo haber presentado una exposición con unos mapas que mostraban información sobre producción en diferentes sistemas productivos para hacer un debate interesante sobre el modelo de desarrollo rural. La propuesta cayó tan mal que al otro día amanecí sin el cargo de investigador principal. Este ejemplo sirve para ilustrar la cultura y las instituciones que se desarrollan en muchas instituciones públicas o privadas colombianas donde el diálogo y la reflexión sobre el trabajo son muy pobres.
Sin saber muy bien qué hacer, en AGROSAVIA decidí hacer un viaje académico a la Universidad de Massachusetts en Amherst (una institución nacida como land – grant, ver los Morrill Acts 1962 y 1890).
Busqué en el departamento de economía a un profesor africano llamado Mwangi wa Gĩthĩnji experto en Economía Agrícola y le conté que me parecía extraño que el trabajo de AGROSAVIA se centrara exclusivamente en los costos de producción, en la productividad y la competitividad vista desde el punto de vista del productor. Mwangin al conocer el caso me recomendó leer a Keith Griffin, en particular su libro The Political Economy of Agrarian Change. An essay on the Green Revolution, 1974.
Aprovechando que vuelvo a trabajar en CETEC (Corporación para Estudios Interdisciplinarios y Asesoría Técnica) ahora como oficial de proyectos, propongo unas ideas de trabajo que hace tiempos quería discutir con mis colegas y que Griffin en su libro argumenta muy claramente. Los argumentos son:
En primer lugar, que el cambio técnico no es idéntico al progreso y que este tiene muy poco significado a menos que los valores sean especificados. Ej. Capital humano, modos culturales de producción, estructura de la propiedad.
Segundo, que un débil progreso ha ocurrido en las regiones agrícolas de la mayoría de los países subdesarrollados en el sentido de que la desigualdad no ha bajado y que el ingreso de los campesinos y los campesinos sin tierra ha crecido en general muy poco y en algunas áreas incluso no ha crecido. Ej. El impacto del cambio técnico en una estructura bimodal como la nortecaucana puede no traducirse en ingresos y en progreso.
Tercero, debido al estrecho apoyo de algunas clases sociales o al apoyo de ciertos grupos de los que depende el gobierno el rango en el que las políticas pueden ser variadas es muy restringida. Ej. Apoyo al acuerdo de paz bajo el gobierno de Duque.
En cuarto lugar, esos grupos que son afectados por el cambio técnico puede esperarse que protejan sus intereses a través de operar ya sea con las instituciones existentes o por fuera de la ley establecida. Por lo tanto, el rol de política pública en el proceso y desarrollo debe tenerse en cuenta. A pesar de que en principio las acciones del gobierno que son poderosas en la práctica puede que no sean siempre (no porque las políticas de gobierno sean débiles en sí, sino porque la capacidad y el deseo de los gobiernos para alterar radicalmente las decisiones previas es limitado (Griffin, 1973, pp. 198).
Parece entonces que el modelo que se configura es Tecnocrático. Porque quiere aumentar el producto, sus beneficiarios son las élites propietarias de la tierra donde dominan las corporaciones, plantaciones y el latifundio y se basa en un sistema capitalista.
Como oficial de proyectos de CETEC estoy interesado en implementar el punto 1 de La Habana, promover el sistema capitalista pero pensado redistribuir el ingreso y aumentar la producción fundamentalmente para los campesinos medianos y más progresistas organizados en cooperativas.
¿Podrá el norte del Cauca construir un modelo propio de desarrollo rural? ¿Podrán las organizaciones sociales nortecaucanas incidir a nivel nacional para evitar el conflicto a nivel regional?
Muy interesante el reto que hay por delante para el norte del Cauca. Espero poder hacer buenos aportes desde mi trabajo.
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