Ningún departamento de Colombia tiene desde lo hidrográfico y ambiental la diversidad que tiene el Cauca y lo que más la ejemplifica es el hecho que los ríos que nacen en el Cauca hacen parte de las cuencas del Atlántico, del Pacífico y de la Amazonía.
Cuesta distinguir en el mundo una región, delimitada por el hombre, que tenga la diversidad del Cauca. Algunos dirán que es un departamento desde lo administrativo, absurdamente establecido pues hay demasiadas diferencias ambientales, étnicas y culturales entre sus sub-regiones. Basta saber por ejemplo, que no hay mucho en común entre Puerto Tejada y Piamonte o entre Páez y Timbiquí.
Podrá ser cierto lo anterior y con seguridad fue más difícil en el pasado cuando la infraestructura y las comunicaciones eran muy escasas. Hoy puede que la situación no sea la mejor pero hay muchas más facilidades para gobernar e integrar sub regiones entre sí, siendo necesario para esto, tener una determinación integracionista sincera, que realmente vincule a las diferentes regiones en el desarrollo económico y social del Departamento, no mediante limosnas sino haciéndoles partícipes de los grandes proyectos. Me explicó:
Básicamente la Amazonía caucana lo componen tres municipios: San Sebastián, Santa Rosa y Piamonte, sumados los tres tienen un área aproximada de 4.782 km2 que corresponden al 16.3% del territorio y en el habitan más de 33.000 personas. Esta región olvidada del Cauca cuenta con grandes potencialidades para el desarrollo propio, del Departamento y de Colombia.
Según estudios hechos por el Icel y que hicieron parte del Plan de Desarrollo elaborado por la CRC en 1984 el desarrollo hidroeléctrico del Río Caquetá, mediante 11 proyectos podría tener una potencia instalada de 3.239 MW. Quiere decir esto que si a esta potencia le aplicamos un factor de planta del 60% tendríamos 16.791Gw-h/año que a un costo de venta de $100 kw-h nos daría un volumen de venta de $1.67 billones (Para ser más exactos: $1.’679.097.’600.000). Un porcentaje importante de éste dinero con el tiempo se convertirían en utilidades generando riqueza para todos los caucanos, lo cual nos permitiría no ser tan dependientes del centralismo y priorizar nuestras inversiones de conformidad a nuestra visión regional.
La carretera Santa Rosa – Descanse – Yunguillo (Putumayo) en el futuro podría ser una de las vías que sirva como alternativa vial a la Amazonía colombiana, peruana y ecuatoriana; asimismo al proyecto bi-oceánico que comunica el Atlántico con el Pacífico a través del Río Amazonas. Con esta carretera construida e intersectada con la vía Mocoa- Pitalito se aprovecharía la Marginal de la Selva para llegar al Río Putumayo el cual es navegable hasta la desembocadura con el Amazonas. De sur a norte la ventaja que tiene esta vía respecto a otras es que desde el inicio, salva el “nudo de Almaguer” haciendo su conexión con el puerto de Buenaventura competitivamente más fácil, pues sólo tendría que atravesar la cordillera occidental.
Finalmente e independientemente de otros puntos de vista que haya, lo cierto es que el Cauca debe mirar su periferia como algo entrañable y aprovechar coyunturas extraordinarias como la de las Regalías para hacer cosas diferentes y trascendentales.
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