Jóvenes se rehabilitan sembrando vida en Quilichao.
Este miércoles 7 de junio de 2021, alrededor de 23 jóvenes sembraron árboles frutales en zona rural de Santander de Quilichao.
¡La siembra de árboles cambia vidas!
En la vereda Vilachí, ubicada en la parte alta de esta localidad caucana, a unos 15 minutos de la cabecera municipal, 23 jóvenes superan su adicción al consumo de sustancias psicoactivas a través de la siembra de árboles frutales, como una muestra de que con sus manos pueden sembrar vida y hacer cosas positivas para mejorar las condiciones de ellos mismos y de su entorno.
Árboles frutales como mango, limón Tahití, mandarinos, guayabos, entre otros, fueron sembrados como un aporte ambiental y social que a su vez ayuda a la recuperación integral de jóvenes que en su pasado fueron consumidores de drogas.
Todo se logró, gracias a la colaboración del Vivero Paraíso “Sembrando Vida” de Hernando Betancourt, propietario, quien donó 140 árboles frutales al Centro de Rehabilitación del Hospital Francisco de Paula Santander, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los usuarios.
Patricia Sánchez Jaramillo, coordinadora del Programa de Atención a Usuarios de Sustancias Psicoactivas del hospital local, agradeció el gesto social y ambiental de Hernando Betancourt, comentando que: “Hernando es un ángel, desinteresadamente nos colaboró permitiendo que estos jóvenes a través de la horticultura puedan redimirse, cambiar, y conseguir la paz”.
Sánchez Jaramillo reveló que este es el único hospital que presta el servicio de rehabilitación (de este tipo) en todo el departamento del Cauca. Asimismo, comentó que el objetivo del centro no es solo restituir a estos ciudadanos sino ofrecerles la posibilidad de que recuperen sus ganas de vivir, “ellos son consienten del daño que han hecho, algunos han robado, maltratado, sin embargo, le dijeron sí a una nueva oportunidad, están aquí para limpiar su vida y corazón”, añadiendo que “lo que destruyeron con sus manos hoy lo repararán sembrando”.
Los árboles se sembraron alrededor del centro, embelleciendo el lugar, “los muchachos se encargaron de todo, abrieron los huecos, distribuyeron y sembraron los árboles, fue un trabajo en equipo” dijo Patricia Sánchez.
Todavía hay personas que no cuentan con información adecuada sobre los efectos de las drogas, que pueden ser devastadores. Por eso, desde el Hospital Francisco de Paula Santander se hace un llamado a la conciencia para prevenir el uso indebido de las sustancias psicoactivas, para vivir en un mundo mejor saludablemente.
El Centro de Rehabilitación para las adicciones de los jóvenes usuarios de sustancias psicoactivas, ubicado en la Sede Campestre Vilachí, en Santander de Quilichao, brinda una atención integral para esta población y ejecuta proyectos productivos como terapia para superar las adicciones.
Además, cuenta con el apoyo de psico-terapeutas y médicos psiquiatras que hacen un equipo maravilloso y armónico, que logran que la rehabilitación sea exitosa y puedan generar resultados e impactos positivos a corto o mediano plazo, de estas vidas de personas que logran recuperarse y que importan mucho.
Proyectos productivos como la pesca, de gallinas libres, siembra de huertas, espacios al aire libre, generan tranquilidad y esparcimiento que sirven como una terapia que lleva a los jóvenes y adultos a una reflexión, para que como seres humanos sean responsables de su salud, de sus adicciones para que puedan fortalecer su nuevo proyecto de vida.
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