Inicia un nuevo año escolar.

Un nuevo año, nuevas expectativas y metas por cumplir. Oro para que el Espíritu Santo esté siempre con nosotros.
Que sea la escuela un lugar de aprendizajes y sobre todo un lugar de alegría, fe, esperanza y sobre todo de mucho amor.
Se escuchan conversaciones de ¿quién no recuerda al profesor x o y, que dejaron buenos o malos recuerdos? Unos serán recordados con afecto amable y otros que ni siquiera serán recordados.
Sigamos el ejemplo de Jesús de Nazaret, que no necesitó un salón de clase para enseñar el camino, la verdad y la vida que nos lleva al Padre. Enseñó en los montes, en las sinagogas, fue a los hogares, en el mar. Es un vivo ejemplo a seguir si queremos dejar verdaderas huellas en nuestros educandos.
Enseñar, no es sólo comunicar conocimientos. Enseñar, es generar empatía entre el maestro-alumno y el primer encuentro es fundamental, seamos gestores de ambientes felices que coadyuven a una sana convivencia y a una formación integral.
Este año 2022, será un año de nuevos comienzos, nuevos planes donde sea Dios quién los dirija, pero para ello, debemos obedecerle y orar sin cesar para que Dios nos dé nuevos planes. Quizás vas a toparte con un sinnúmero de problemas, ellos tienen solución, si encuentras la luz en Jesús porque él llevó todas nuestras cargas y es la solución a tus problemas. Confía en él.
Debemos seguir cuidándonos del virus, pidiéndole a Dios que nos proteja y nos dé nuevas fuerzas para realizar nuestro trabajo con ahínco, dedicación y mucho amor.
Por otro lado, se debe esperar las directrices del magisterio y los indicadores epidemiológicos de la pandemia del Covid 19. Y sobre todo esperar en Jehová que nos dé nuevas fuerzas para los nuevos planes.
Feliz regreso a clases, te obsequio un maletín para que guardes todas las bendiciones que te envío.
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