Indígenas piden redistribución de tierras como acción urgente

Imagen: http://bit.ly/2vs2SvF

Indígenas piden redistribución de tierras como acción urgente
- Según un comunicado expedido hoy por la ACIN, las familias indígenas tienen un déficit de tierras de 140.856 hectáreas solamente para la zona del Norte del Cauca.
- Insisten en la exigencia al Gobierno de 49.000 hectáreas.
- ACIN amenaza en dicho comunicado con intentar ‘censura jurídica’ contra el autor de una crónica y los directivos del medio de comunicación Proclama del Cauca.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN, respondió este miércoles 1 de mayo, a través de un comunicado publicado en su página Web (https://nasaacin.org) los planteamientos del autor Gustavo Adolfo Caicedo Muñoz, en una crónica titulada Qué hizo el Estado con la tierra del Cauca, la cual fue publicada en Proclama del Cauca el pasado lunes 29 abril. Ver: https://www.proclamadelcauca.com/que-hizo-el-estado-con-la-tierra-del-cauca/
A continuación publicaremos de manera textual el comunicado de la ACIN, pero antes, estamos obligados a informarles a los directivos de la Asociación de Cabildos que el director del medio de comunicación, periodista Alfonso José Luna Geller, no se retractará de nada que no haya sostenido o expresado de manera pública o privada sobre este asunto que motivó el comunicado de la ACIN, ni mucho menos se disculpará, ni pública ni privadamente, por ejercer de manera rigurosa el principio universal que apoya la libertad de un individuo o de una comunidad para articular sus opiniones e ideas sin temor a represalias, censura o sanción, que es la Libertad de Expresión, consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1949), que los indígenas exigen permanentemente su cumplimiento al pie de la letra, y que en su artículo 19 establece: «Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, este derecho incluye la libertad de mantener opiniones sin interferencia y de buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de comunicación e independientemente de las fronteras».
Le recordamos a la ACIN la obligación que tiene todo colombiano de cumplir con los mandatos constitucionales. Artículo 20 de la C.N: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura”.
Por otra parte, rechazamos de manera enfática la amenaza proferida por la ACIN en el comunicado en el sentido de que intentarán ejercer la ‘censura jurídica’ con supuestos procesos legales en contra de los directivos de Proclama del Cauca o de alguno de los periodistas que en este medio colaboran porque nunca hemos aceptado difundir propaganda a favor de la guerra, ni apología del odio, nunca hemos manifestado intolerancia racial o religiosa, menos, incitamos a la violencia o a realizar acciones ilegales, lo cual podría dar pie a someternos a controles jurídicos o censuras por parte de alguna autoridad.
La crónica del doctor Caicedo Muñoz es un relato histórico del proceso de tierras en el Cauca, obviamente analizado desde el punto de vista y pensamiento del autor, asunto que no puede coartarse porque haya directivos indígenas que puedan no estar de acuerdo con esos planteamientos o con la manera de analizar esta temática que es de interés público.
Por otra parte, es necesario que la comunidad indígena que representa la ACIN entienda que la libertad de expresión es fundamental porque permite el debate, la discusión y el intercambio de ideas entre actores políticos y demás integrantes de la sociedad en torno a premisas fundamentales. Es por ello que no podemos considerar como democrática una sociedad donde no haya libertad de expresión.
Con el fin de ratificar el interés permanente de Proclama del Cauca de motivar el debate público sobre asuntos de interés para la sociedad caucana, y de impulsar la libertad de expresión, a continuación, el comunicado aludido:

Pronunciamiento frente a declaraciones del medio Proclama del Cauca
El día 30 de abril el periodista Gustavo Adolfo Caicedo Muñoz, periodista del medio de comunicación regional, Proclama del Cauca, ha realizado una Crónica titulada “Que ha hecho el estado con la tierra del Cauca”, en la que plantea mediante un lenguaje rimbombante la inviabilidad de nuestras tierras colectivas y donde utiliza adjetivos racistas contra nuestros pueblos originarios, defendiendo una visión productivista y empresarial, desconociendo ampliamente la gran desigualdad en la tenencia de la tierra en Colombia, negando nuestra visión del mundo y de la vida, y ofendiendo nuestro sentir profundo con respecto a la madre tierra.
Como hemos aclarado en anteriores pronunciamientos, muchos de nuestros territorios se encuentran bajo la ley 2 de 1959, hecho que los inhabilita para actividades productivas y económicas. Además de esto los territorios ancestrales pertenecientes a Naa kiwe (espacio del medio) el cual hemos mantenido y heredado con la sangre derramada de nuestros mayores, se caracterizan por ser diverso físicamente, con alturas que van desde los 350 msnm, hasta los 4250 msnm, y en ellos la mayor parte reviste una importancia ecológica donde coexisten hábitats frágiles como los páramos, el bosque alto andino, las lagunas sagradas, los nacimientos de agua, cauces de ríos y quebradas y sitios sagrado para la comunidad, los Kiwe The y The Walas, (sabedores ancestrales).
Nuestros territorios han sido definidos como zonas de gran importancia por nuestros planes de vida y de ordenamiento del territorio, pues sirven de sustento para millones de personas que se benefician del cuidado que nosotros desarrollamos. El noveno punto de la plataforma de lucha, en la conformación del CRIC en 1971 fue: Conservar y proteger los recursos naturales, así mismo los mandatos de sistemas propios que se trabajan en el tejido territorial económico ambiental y en los planes de vida de los territorios ancestrales, de lo que se deriva que no se puede priorizar la economía sobre los espacios de vida, que debe haber un equilibrio, sin que esto implique que las tierras productivas no puedan ser utilizadas de manera eficiente.
No obstante, y en segunda medida, para el caso del Cauca es importante tener presente que la mayor parte del territorio tiene fertilidad, de baja a muy baja, y sólo se encuentran tierras de fertilidades moderadas en el extremo suroriental del municipio de Páez, en sectores del Valle Interandino y en el Pacífico Caucano hacia el límite con la plataforma continental. Las pronunciadas pendientes de la mayor parte del territorio dificulta su utilización para la agricultura con rangos de pendientes de 25% – 50% y hasta >50%. De igual manera ante los altos índices de pobreza y desnutrición, diversos estudios han demostrado que históricamente los territorios de alta fertilidad y vocación agrícola no han sido destinados para la producción de alimentos, sino a la producción del monocultivo de la caña de azúcar en el norte del Cauca o el cultivo intensivo de eucalipto y pino en la meseta de Popayán. En municipios como Cajibío, Sotará y Timbío, en contraste, encontramos cultivos de café, sorgo, transitorios, y de caña panelera pero que gracias a la intimidación de grupos armados legales e ilegales, se ven desplazados paulatinamente hacia las laderas de las cordilleras, y reemplazados por la caña de azúcar “biocombustible”, la agro-industria maderera, la explotación minería contaminante o el narcotráfico.1
Al mismo tiempo, y en tercera medida los territorios con mayor productividad sufren de una gran concentración en la propiedad de la tierra. Solamente en la zona del norte del Cauca cerca del 40% de la superficie está constituida por predios mayores a 50 hectáreas y pertenecen a menos del 1% de los propietarios, mientras el 13.46% de la superficie está constituida por predios menores a 3 hectáreas y pertenecen al 77% de los propietarios. Estas circunstancias sumados al incremento demográfico han priorizado la necesidad de la redistribución de tierras como una acción urgente, dejando para las familias indígenas un déficit de tierras de 140. 856 hectáreas solamente para la zona del Norte del Cauca2, de las cuales exigimos en la minga apenas 49.000 hectáreas al gobierno.
Rechazamos profundamente que el Señor Gustavo Adolfo Caicedo Muñoz, niegue nuestros derechos ancestrales, imprimiendo una visión economicista sobre la madre tierra que está en el origen de la gran crisis ambiental que vivimos, además que legitima el genocidio realizado por el imperio español hace 527 años, y que utilice los adjetivos de “primitivos, estúpidos, primarios” para referirse a los pueblos originarios, hecho que niega todos los convenios nacionales e internacionales en materia de derechos, y que ofende profundamente nuestras comunidades. Exigimos a este señor y a los directores de este medio de comunicación que se retracten y que se disculpen públicamente, si no quieren tener procesos legales en su contra por injuria y calumnia.
- (2013) Análisis de la posesión territorial y situaciones de tensión interétnica e intercultural en el departamento del Cauca. Universidad Javeriana & Incoder. Carlos Duarte (compilador)
- https://www.javerianacali.edu.co/noticias/infografia-estructura-de-la-propiedad-rural-en-el-norte-del-cauca
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