
Indígenas anuncian nuevas movilizaciones
“Por los asesinatos selectivos, por la criminalización de la protesta social, por la falta de garantías para la vida, para la paz y los derechos humanos; por los evidentes intereses trasnacionales que desconocen la consulta previa», las 127 autoridades indígenas que integran el Consejo Regional Indígena, Cric, señalaron como necesaria una nueva movilización para protestar a partir del mes de octubre del presente año.
La decisión, tomada el pasado 16 septiembre en la Universidad Autónoma Indígena de Popayán, se suma a las adoptadas en la audiencia pública que se realizó en Totoró, oriente del Cauca, por el asesinato de un líder indígena y su hija, donde además fueron denunciadas nuevas amenazas de muerte contra otros dirigentes cívicos.
En efecto, en uno de los panfletos, firmado por un grupo que se autodenomina Nuevo Bloque Disidencias, se advierte que atentarán contra Danilo Fernández, Pedro Coají y José Gabino Sánchez, reconocidos dirigentes campesinos.

Según la organización, en lo corrido del año han sido asesinados 65 integrantes de sus comunidades en Cauca, hechos que atribuyen al incumplimiento de los acuerdos de paz y a la presencia de grupos armados en sus resguardos.
Según la junta directiva del CRIC, lo que será la minga del sur occidente, en la que participarán también organizaciones sociales, comunidades afros, campesinas, sectores sindicales, de estudiantes y populares, “se levantará con más fuerza para llamar a un juicio político al actual gobierno del Centro Democrático”.
Si al gobierno le duelen las estatuas a nosotros nos duelen las vidas.

Por otra parte, se conoció un comunicado frente a los hechos ocurridos en el Morro de Tulcán de Popayán por las comunidades indígenas del pueblo Misak, el cual saluda “el acto de valentía y el mensaje que el pueblo Misak hoy le entrega al Cauca, Colombia y el mundo: descolonizar el pensamiento y reconstruir nuestra propia historia es un reto para construir un nuevo país… derribando la estatua del español Sebastián de Belalcázar, que significa el genocidio, racismo, esclavitud y discriminación hacia los pueblos indígenas, imagen que según la historia, se le hizo a unos de los mayores genocidas de los pueblos indígenas de América Latina”.
En medio de combates mataron a una niña y a una presunta disidente. Otros cinco civiles resultaron heridos.

Desde las 5:00 a.m. del viernes 18 de septiembre se reportaron combates entre el Ejército y la Columna Móvil Dagoberto Ramos en los alrededores de las veredas Los Chorros, La Buitrera, Pajarito y Tierrero. En medio de la confrontación resultaron una niña muerta y cinco comuneros heridos que se desplazaban hacia el mercado en una chiva (bus escalera) desde el Resguardo de Tacueyó, en dirección a la zona plana.
Al parecer, el vehículo fue impactado por un artefacto explosivo que según el Ejército lanzaron disidentes de las Farc, sobre la vía que conduce al corregimiento El Palo, municipio de Caloto.

La niña muerta fue identificada como Eimi Helen Ángel. Los otros civiles heridos: Johan Andrés Medina, de 18 años; Alberto Darío Coicué, de 42 años; Belsi Mileidi Coicué, de 17 años; Jhein Geni Noscué, de 31 años y Cheli Senovia, de 53 años de edad.
Según la ACIN, dos de ellos fueron remitidos al Hospital de Santander de Quilichao y uno a la Clínica Valle de Lili de Cali, por la gravedad de sus lesiones.
Las confrontaciones también dejaron una presunta combatiente de la Columna Móvil Dagoberto Ramos muerta, que según el general Marco Mayorga, comandante de la Tercera División, portaba camuflado y fusil. De la misma manera, aseguró que varios disidentes que resultaron heridos les fueron arrebatados a las tropas en medio de una asonada.
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