El acelerado incremento de la construcción registrado en la mayoría de poblaciones del norte del Cauca para que sea armónico demanda que los municipios y los gobiernos departamental y nacional, así como las empresas privadas, se unan para proveer a sus habitantes de una vida digna con servicios públicos que la garanticen.

Es un avance para Puerto Tejada y su oferta turística que bajo la dirección y buena administración de Comfacauca hayan concluido las obras del moderno y amplio Centro Acuático del Parque Recreacional Las Ceibas; pero no hay que olvidar que ese importante municipio y sus vecinos Guachené y Villarrica desde hace más de 30 años no han podido gozar de buen servicio de agua potable, desde que por influencias politiqueras y localistas fracasó la administración del Acueducto Regional del Norte del Cauca, cuya primera etapa fue construida con aportes del gobierno de Holanda, cuando fue gobernador del Cauca Cesar Vergara Mendoza. Entonces alcanzaron a construir la bocatoma tomando el agua de un sector cercano a la cabecera municipal de Caloto donde el agua no está tan contaminada; pero la construcción de la planta de tratamiento no se concretó, en parte debido a la mala administración a cargo de la empresa creada por el Departamento y los tres municipios, que por celos locales no la fortalecieron por preservar sus empresas locales, como Empuerto, las cuales a la larga fracasaron. La cultura del no pago predominante entre las comunidades también contribuyó al fracaso de este proyecto.

Después del estancamiento de este proyecto el Gobierno nacional anunció la construcción de otro acueducto regional para la región, pero no hemos vuelto a escuchar noticias del avance del proyecto, que de realizarse debe tener en cuenta los factores y experiencias que llevaron al fracaso al proyecto del río Palo.

La instalación de más de 60 industrias en estos municipios, después de la Ley Páez, ha incrementado notablemente su población y demanda de vivienda y tanto las autoridades de Puerto Tejada, Guachené y Villarrica deberán ponerse de acuerdo para gestionar ante los gobiernos nacional y departamental recursos suficientes para construir el nuevo acueducto y conformar una empresa mixta, que sin politiquería regional y local, lo administre como una empresa eficiente que además pueda encargarse de la recolección y tratamiento de los desechos, que ha sido caótico, especialmente en el área urbana de Puerto Tejada rodeada de basureros a cielo abierto.