
No violencia (o no-violencia) es un conjunto de principios sobre la moralidad, el poder y el conflicto que conduce a sus proponentes a rechazar el uso de la violencia en los esfuerzos para lograr los objetivos sociales o políticos. Generalmente utilizado como sinónimo de pacifismo, desde mediados del siglo XX, el término no-violencia ha incorporado diversas técnicas para emprender el conflicto social sin el uso de la violencia, así como el análisis razonado, político y filosófico, subyacente para el uso de estas técnicas.
En la ciencia política el concepto de la no violencia es algo nuevo y si se quiere hasta desconocido. Ello porque la no violencia en principio no deja de ser una propuesta utópica y eso tiene un contraste bastante serio con lo que es la tradición en la ciencia política en la cual hay una corriente realista muy fuerte. Por ejemplo desde Maquiavelo se habla de la justificación de los medios: “El fin justifica los medios”. La no violencia plantea un gran debate frente a eso señalando que no todos los medios son justificables.
En la camiseta de quienes encabezaban la marcha pacífica del 22 de abril del 2002 hacia Caicedo (Antioquia) se leía la siguiente proclama: ¡Sí … hay un camino: la no-violencia! Poco más de un año después, uno de los diarios del país consignaba tristemente el final de esta peregrinación con otra sentencia elocuente: Mataron al caminante, pero no al camino.
Los apóstoles de la no-violencia suelen caer fulminados por la intolerancia de los violentos. Este fue el final de Cristo, de Mahatma Gandhi, de Martín Luther King, del Gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y de su asesor de paz, Gilberto Echeverri Mejía. Digo mal: no fue el final, fue el término de un primer episodio. Porque a la larga, el bien terminará por imponerse al mal, la justicia a la injusticia, el amor al odio.
La filosofía de la No-violencia –escribía el editorialista del periódico El Colombiano el pasado 7 de mayo- acerca los espíritus, acerca las almas, acerca a los seres humanos y nos permitirá juntos, construir caminos verdaderos de transformación social. El valor está en asumir una opción verdaderamente revolucionaria, una opción de vida y por la vida.
El Gobernador Guillermo Gaviria escribía desde su cautiverio: Los árboles, las montañas y las quebradas, los caminos y los precipicios hablan de la grandeza de Dios y su generosidad con Colombia. No puedo dejar de imaginar que los recorreremos juntos y el país en paz. Esto me hizo recordar el famoso sueño de Martín Luther King, pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde el Lincoln Memorial de Washington: I have a dream:
Yo tengo un sueño: que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero sentido de su credo… Yo tengo un sueño: que un día sobre las rojas colinas de Georgia los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de sus antiguos propietarios serán capaces de sentarse juntos a la mesa de la hermandad… Yo tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por la fortaleza de su carácter.
Con gran osadía, y sin duda faltándole al respeto, me atrevo a parodiar pobremente las palabras de este mártir de la no-violencia:
Yo tengo un sueño: que un día esta nación surja de sus cenizas y viva el verdadero sentido de su fe en Dios y de su esperanza en la fraternidad de los colombianos… Yo tengo un sueño: que un día en nuestros valles y montañas, en nuestros campos y ciudades, en nuestras selvas y sabanas, los antiguos guerrilleros y los antiguos militares, los antiguos perseguidores y los antiguos desplazados; los antiguos captores y los antiguos secuestrados sean capaces de sentarse a la mesa de la hermandad… Yo tengo un sueño: que un día nuestros hijos no sean juzgados por la diversidad de sus ideas y sus convicciones, por la diferencia de sus etnias y partidos, sino por la dignidad de sus personas… Yo tengo un sueño: que la vida de todos y cada uno de los seres humanos sea respetada desde el momento de su concepción hasta el término feliz de su carrera.
En una intervención tenida el año 2000 en la Universidad de Antioquia, Gilberto Echeverri Mejía afirmaba: Reconstruir el tejido social es una labor posible, si somos capaces de recuperar el capital humano. Las otras formas de capital –el económico, el financiero, la infraestructura- son inocuas e inútiles, si el hombre “medida de todas las cosas” no tiene actitud y aptitud para asumir los desafíos. Nuestro gran desafío es el de recuperar el capital humano de nuestra sociedad; y para ello hay que soñar los sueños de los no-violentos.
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Concluyo con el aparte completo del escrito de uno de los más grandes impulsores de la no violencia en el mundo Martin Luther King.
YO TENGO UN SUEÑO
… Aunque nos encontremos ante las dificultades de hoy y mañana, yo todavía tengo un sueño. «Mantenemos la creencia de que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales».
He soñado que un día, en las colinas rojizas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos podrán sentarse en la mesa de la hermandad.
Tengo el sueño de que un día, incluso el estado de Mississippi, un estado lleno de injusticia, sofocado por la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Es un sueño profundamente enraizado en el sueño americano. Tengo el sueño de que un día esta nación se levantará y hará verdadero el significado de su credo:
Tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter.
Hoy tengo un sueño.
Tengo un sueño de que un día, en Alabama, con sus viciosos racistas, con su gobernador con los labios mojados con las palabras de interposición y nulidad, un día, en ese mismo Alabama, pequeños niños y niñas negros sean capaces de unir sus manos con las de pequeños niños y niñas blancos como hermanas y hermanos.
Tengo el sueño de que un día cada valle sea elevado, cada colina y montaña sean allanados, los lugares agrestes se conviertan en llanuras, y los lugares corruptos se vuelvan honorables, y la gloria del Señor sea revelada, y todos lo veamos juntos.
Villa rica cauca, 09 de Enero de 2009.
raysystem3@yahoo.es; raysystem3@hotmail.com
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