
Háblame

Por: Gloria León Valencia
“El Titanic es una metáfora de la vida”. Soberbia, desobediencia, ceguera, desconocimiento, señalización correcta, comunicación eficaz, fueron unas de las causas que hundieron el Titanic. Esta gran metáfora nos permite hacer un alto en nuestro diario vivir y preguntarnos cuántas veces hemos caído en estas faltas que nos frenan y no nos dejan progresar»
Debemos orar y pedirle a Dios que nos hable y nos muestre cuáles áreas de nuestras vidas tenemos que mejorar para vivir en santidad, porque como dice la palabra: sin santidad nadie verá a Dios.
El hundimiento del Titanic, nos lleva a repensar que somos individuos inmersos en una sociedad y que, si no trabajamos en equipo, esta puede colapsar. Debemos tener bien claro que el capitán de nuestro barco debe estar dirigido por el Espíritu Santo que sea Él, que nos ilumine y nos guíe para que nuestro barco llegue a un puerto seguro.
Como podemos ver, esta pérdida tan significativa de personas en este evento que enlutó a muchas familias, nos permite a través de la palabra de Dios, hablarnos sobre las cosas que debemos cambiar como la codicia, la ambición, la supervivencia, primero yo por encima de los demás entre otros.
Nuestro manual de vida, La Biblia en boca de David en el Salmo 86-11 le pide a Dios que le enseñe su camino para caminar en su verdad, a través de ella adquirimos conocimientos, sabiduría para hacer las cosas cada día mejor y sobre todo agradables y perfectas sin soberbia y con mucha humildad.
Se deben hacer altos en el camino, cerrar los ojos, sentir la presencia de Dios, que nos tiende su mano, que está presto a escucharnos y que con su inmenso amor nos puede ayudar a cambiar todas las áreas que sean necesarias. Solo tú, sabes cuál es tu situación, cómo estás con Dios, permite que Dios entre en tu corazón para no dejarte hundir en el barco de la desesperación que te puede llevar a la perdición de tu alma.
¿Quieres hundirte como el Titanic? o utilizar el mejor de los salvavidas que es Cristo Jesús, es tu decisión. Pide a Dios que te hable para que te muestre el norte de tu vida. Bendiciones.
****************************************************
Lee otros artículos del autor aquí:
Deja Una Respuesta