De eso ya no hay Quienes nacimos antes de 1950 hemos tenido que soportar un vendaval de cambios tan radicales que solo la esperanza del renacer espiritual puede alentarnos a no quedarnos tan atrás como muchas veces lo sentimos. A nosotros no se nos enseñó a usar el dedo pulgar. Eso lo hacían los orangutanes. […]