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¿70’s es correcto?
P: Jairo, he visto que algunas personas escriben los setentas, década de los setenta, 1970’s, los 70’s para referirse a los años. ¿Cuál es la forma correcta?
Juan Valdivieso.
Respuesta
Al hacerse referencia a los años comprendidos entre 1970 y 1979, ambos inclusive, se puede decir y escribir «los años setenta».
También son válidas las expresiones «la década del setenta» o «la década de los setenta», si se desea nombrar los años comprendidos entre 1971 y 1980.
Las formas 1970’s y los 70’s no se deben usar en español. Son anglicismos ortotipográficos, por ende, incorrectos en nuestro idioma.
¿Amazonia o amazonía? ¿Presunto es castizo?
Juan Hernando Suárez Guevara hace dos preguntas:
1.- La palabra correcta con respecto a la región ¿es Orinoquia u Orinoquía? Así mismo, ¿Amazonia o Amazonía?
2.- El comúnmente utilizado término ‘presunto’ en el contexto judicial ¿es válido? En alguna oportunidad escuché a un abogado afirmar que no era válida en los medios de comunicación esa utilización. De no ser así, ¿qué otra palabra sería pertinente?
Respuestas
Con mucho gusto absuelvo sus inquietudes idiomáticas, así:
1. Los topónimos por los que usted pregunta, pueden escribirse y pronunciarse de las dos formas: Orinoquia u Orinoquía, Amazonia o Amazonía.
2. El abogado al que usted escuchó tiene parcialmente la razón. Porque en Derecho, presunto es ‘aquel a quien se considera posible autor de un delito antes de ser juzgado’. Lo que sucede es que muchos periodistas usan ese vocablo para todos los casos y en todas las situaciones. Hasta «empalagan» con eso. Si a un capturado ya se lo juzgó y se lo encontró culpable del delito imputado, ya no es válido ni correcto seguir llamándolo presunto.
Ahora, si aquel abogado piensa que los términos usados en Derecho no los pueden emplear sino únicamente abogados, jueces, magistrados y similares, pues está desenfocado. Porque el idioma no le pertenece a nadie. Lo importante es que se sepa usarlo.
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Por Jairo Cala Otero
Periodista – Corrector de gramática y estilo
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Por Jairo Cala Otero
Especialista en lengua castellana
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Por Jairo Cala Otero
Especialista en lengua castellana – Editor de textos
• Eliminado (o muerto) bandido.
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Correcto: Pienso que conseguiremos ganar el campeonato.
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“Gracias, Sr. Cala, por las explicaciones sobre estos errores idiomáticos.
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“Don Jairo, qué gusto volver a recibir sus apuntes idiomáticos, de verdad se los agradezco.
“Le cuento que me agradó mucho escucharlo en estos días por la radio en ‘La Luciérnaga’, programa que con regularidad escucho. Lo felicito por su valiente labor de enseñarnos a respetar nuestro idioma.
Cordial saludo.
León Villa Tabares”.
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Es un programa de gobierno errático
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Los síntomas de los problemas sociales allá son erráticos
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Por Jairo Cala Otero / Periodista – Corrector de gramática y estilo Un respetado colega, Juan Álvaro Castellanos, que ejerciera su profesión durante mucho tiempo en la televisión colombiana, me ha exhortado a mantener viva mi campaña de orientación sobre el correcto uso del español. Y ha sugerido que penetre en los mágicos ámbitos de la radiodifusión para que ella tenga mayor calado. Gratitud pública a él por su voz de aliento, y por la admiración expresada frente a mi cruzada para que este bello idioma no pierda su esplendor. Habremos de otear la probabilidad que plantea, pues estoy convencido de que la radio ha de servir no sólo para informar acerca de los sucesos de cada día, sino para educar. Y en ese campo del lenguaje sí que es urgente adelantar lo que fuese necesario.
Juan Álvaro también me aportó tres vocablos para que con ellos hiciese algunas observaciones, pues señala que su uso es irregular en muchos medios de comunicación de Colombia. Helos a continuación:
1. Incautar: Usado por los redactores judiciales en sus noticias sobre decomiso de materiales diversos por las autoridades. Esta palabra, así escrita, no existe. Lo que sí tiene vigencia lingüística es el término “incautarse” (porque es pronominal) que, en la norma de la Real Academia Española –RAE-, significa, al hacerse referencia a una autoridad judicial o administrativa, “privar a alguien de alguno de sus bienes como consecuencia de la relación de estos con un delito, falta o infracción administrativa. Cuando hay condena firme se sustituye por la pena accesoria de comiso”. Pero es también “apoderarse arbitrariamente de algo”. Ejemplo: “Se incautaron de mi computador portátil”. Es el equivalente a “se apoderaron de mi computador portátil”. En los dispositivos adelantados por las autoridades lo que ellas hacen es incautarse de mercancías ilegales, vehículos hurtados, drogas psicotrópicas y demás. No incautan, se incautan de esos elementos. Es decir, se apoderan de ellos (Por supuesto que con la autoridad que para ello tienen).
2. Referenciar: De uso ilimitado por los comentaristas deportivos. Tampoco es un verbo existente en español. Lo inventaron ellos. Con él pretenden decir que se hace referencia, alusión, mención de algo o alguien. Para decir eso mismo están: relacionar (Hacer relación de un hecho); aludir (Mencionar a alguien o algo o insinuar algo); mencionar (Hacer mención de alguien o algo). Ahora, si fuese el caso de dar buena referencia de una persona (por su conducta o desempeño, por ejemplo), tampoco es ese el término útil. Se emplea el sustantivo referencia. Pero no se le debe convertir en verbo, porque no lo es.
3. Vinculante: Esta palabra sí existe, pero se abusa de su uso. Sus significados son: “Atar o fundar algo en otra cosa». Ejemplo: Andrés vincula sus esperanzas en el favor del ministro. También significa: «Perpetuar o continuar algo o el ejercicio de ello». Igualmente se usa como pronominal (Vincularse). Someter la suerte o el comportamiento de alguien o de algo a los de otra persona o cosa. Sujetar a una obligación. En Derecho es sujetar o gravar los bienes a vínculo para perpetuarlos en empleo o familia determinados por el fundador. Asegurar, atar con prisiones”. Como se ve, si se escucha con atención a los comentaristas de deportes en Colombia, ninguna de las referencias que ellos hacen con este vocablo es correcta. Es, para decirlo sin reato alguno, la falta de leer el diccionario lo que hace que se cometan estas descachadas lingüísticas.
4. Rescatista: Esta palabra es de mi cosecha. La incluyo porque después de tragedias como la de Haití se escucha y se lee insistentemente. Tal palabra no existe en español. En cambio son precisos los términos “rescatador” y “socorrista” para referirse a quienes actúan en pos de rescatar a personas luego de alguna tragedia, o de alguna otra circunstancia adversa.
He de advertir que, por supuesto, estos vocablos no son los únicos que se emplean mal. Hay decenas de ellos. Pero estos son referentes para este artículo. Los otros tendrán cabida en otras de mis acostumbradas observaciones idiomáticas.
Advertencia: Todo el material transmitido por este medio está amparado por la ley de derechos de autor. Sólo se podrá usar, con fines estrictamente informativos, con previa autorización de su autor.
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Para la buena presentación gramatical de sus documentos (cartas, tesis de grado, discursos, informes administrativos y otros), ponemos a su disposición nuestra mente. Redactamos los textos que usted requiera.
Un mundo de palabras eficaces hará más ágiles y efectivas sus comunicaciones escritas.
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JAIRO CALA OTERO: Periodista – Asesor en redacción y corrección gramatical.
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Por Jairo Cala Otero / Periodista – Corrector de gramática y estilo
Un respetado colega, Juan Álvaro Castellanos, que ejerciera su profesión durante mucho tiempo en la televisión colombiana, me ha exhortado a mantener viva mi campaña de orientación sobre el correcto uso del español. Y ha sugerido que penetre en los mágicos ámbitos de la radiodifusión para que ella tenga mayor calado. Gratitud pública a él por su voz de aliento, y por la admiración expresada frente a mi cruzada para que este bello idioma no pierda su esplendor. Habremos de otear la probabilidad que plantea, pues estoy convencido de que la radio ha de servir no sólo para informar acerca de los sucesos de cada día, sino para educar. Y en ese campo del lenguaje sí que es urgente adelantar lo que fuese necesario.
Juan Álvaro también me aportó tres vocablos para que con ellos hiciese algunas observaciones, pues señala que su uso es irregular en muchos medios de comunicación de Colombia. Helos a continuación:
1. Incautar: Usado por los redactores judiciales en sus noticias sobre decomiso de materiales diversos por las autoridades. Esta palabra, así escrita, no existe. Lo que sí tiene vigencia lingüística es el término “incautarse” (porque es pronominal) que, en la norma de la Real Academia Española –RAE-, significa, al hacerse referencia a una autoridad judicial o administrativa, “privar a alguien de alguno de sus bienes como consecuencia de la relación de estos con un delito, falta o infracción administrativa. Cuando hay condena firme se sustituye por la pena accesoria de comiso”. Pero es también “apoderarse arbitrariamente de algo”. Ejemplo: “Se incautaron de mi computador portátil”. Es el equivalente a “se apoderaron de mi computador portátil”. En los dispositivos adelantados por las autoridades lo que ellas hacen es incautarse de mercancías ilegales, vehículos hurtados, drogas psicotrópicas y demás. No incautan, se incautan de esos elementos. Es decir, se apoderan de ellos (Por supuesto que con la autoridad que para ello tienen).
2. Referenciar: De uso ilimitado por los comentaristas deportivos. Tampoco es un verbo existente en español. Lo inventaron ellos. Con él pretenden decir que se hace referencia, alusión, mención de algo o alguien. Para decir eso mismo están: relacionar (Hacer relación de un hecho); aludir (Mencionar a alguien o algo o insinuar algo); mencionar (Hacer mención de alguien o algo). Ahora, si fuese el caso de dar buena referencia de una persona (por su conducta o desempeño, por ejemplo), tampoco es ese el término útil. Se emplea el sustantivo referencia. Pero no se le debe convertir en verbo, porque no lo es.
3. Vinculante: Esta palabra sí existe, pero se abusa de su uso. Sus significados son: “Atar o fundar algo en otra cosa». Ejemplo: Andrés vincula sus esperanzas en el favor del ministro. También significa: «Perpetuar o continuar algo o el ejercicio de ello». Igualmente se usa como pronominal (Vincularse). Someter la suerte o el comportamiento de alguien o de algo a los de otra persona o cosa. Sujetar a una obligación. En Derecho es sujetar o gravar los bienes a vínculo para perpetuarlos en empleo o familia determinados por el fundador. Asegurar, atar con prisiones”. Como se ve, si se escucha con atención a los comentaristas de deportes en Colombia, ninguna de las referencias que ellos hacen con este vocablo es correcta. Es, para decirlo sin reato alguno, la falta de leer el diccionario lo que hace que se cometan estas descachadas lingüísticas.
4. Rescatista: Esta palabra es de mi cosecha. La incluyo porque después de tragedias como la de Haití se escucha y se lee insistentemente. Tal palabra no existe en español. En cambio son precisos los términos “rescatador” y “socorrista” para referirse a quienes actúan en pos de rescatar a personas luego de alguna tragedia, o de alguna otra circunstancia adversa.
He de advertir que, por supuesto, estos vocablos no son los únicos que se emplean mal. Hay decenas de ellos. Pero estos son referentes para este artículo. Los otros tendrán cabida en otras de mis acostumbradas observaciones idiomáticas.
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