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El pragmatismo ético y sus volteretas
Con el objeto de contextualizar y por facilidad de aprendizaje, la historia se divide en diferentes edades las cuales se separan por hechos históricos como símbolo de cambio entre una edad a otra sin querer decir con esto que no existiesen hechos posteriores o anteriores con el mismo nivel de importancia. Por ejemplo, los historiadores aún no se ponen de acuerdo si el fin de la Edad Media se debió a la caída de Constantinopla (1.453), el descubrimiento de América (1.492) o la invención de la imprenta (1.440).
Utilizando la misma metodología me pregunto ¿qué hecho histórico deben considerar los historiadores como el inicio en Colombia de esta era de debacle moral donde la gente sólo vale por lo que tiene y no por lo que es, donde se impuso que el “fin justifica los medios” para obtener lo que nos proponemos?
Puede que sea el Frente Nacional, el gobierno de López Michelsen, la bonanza marimbera, el primer embarque que “coronó” Pablo Escobar, el proceso 8.000 y en fin otros muchos hitos que con seguridad los historiadores demorarán en ponerse de acuerdo.
Pero en lo que si hay consenso es que producto de toda esa vorágine de acontecimientos se perdieron los valores en la política hasta caer en un “pragmatismo ético”, que no distingue la diferencia entre los hechos y los valores pues “los buenos valores son aquellos para los cuales tenemos buenas razones”.
Hemos visto durante estos años ejemplos de ese pragmatismo. Atónitos presenciamos volteretas ideológicas descomunales como por ejemplo las decisiones y las rivalidades por conveniencia entre Gaviria y Samper sacrificando muchos de los principios liberales que han llevado a desdibujar el Partido Liberal hasta convertirlo en un partido sólo ávido de burocracia y un convidado de piedra en las elecciones presidenciales. Tristemente hoy pese a la idoneidad de Humberto De la Calle lo han dejado sólo y muchos de sus congresistas están haciendo acuerdos soterrados. Hace 4 años el liberalismo no tuvo candidato propio. Cuando Gaviria y Samper recibieron el Partido éste obtenía en las presidenciales, por mal que le fuera, más del 43% de los votos pero en el 2.010 obtuvo apenas el 4.38%.
En ese sentido, quien lo creyera, se debe resaltar el liderazgo que ha tenido Álvaro Uribe pues desde que se apartó del liberalismo por no apoyar las conversaciones del Caguán, lleva 20 años manteniendo una coherencia ideológica que los electores le han premiado a tal punto que hoy tiene como un serio aspirante a la presidencia a quien señaló. Que esté uno de acuerdo o no es otro tema.
Hemos también visto como Andrés Pastrana quien acusó a Álvaro Uribe de no tener autoridad moral, “que pactó con mafiosos”, que en Ralito se “estaba legalizando el narcotráfico”, que él (Pastrana) fue quien denunció los nexos del gobierno Uribe con el paramilitarismo, hoy sin ningún pudor es su aliado para la presidencia tirando a la basura sus aparentes “inamovibles morales” y apoyando el candidato “que dijo Uribe”.
También durante estos años un hombre de izquierda como Gustavo Petro lo hemos visto ayudar a elegir a alguien tan ideológicamente antagónico como Alejandro Ordoñez excusándose o justificándose afirmando que de todas formas hubiera sido electo “con el apoyo exclusivo del oficialismo”, argumento tan simple que no merece mayor comentario.
Hemos visto como Germán Vargas buscando la bendición de Uribe para la presidencia, durante ese tiempo, dio la orden a sus congresistas de torpedear el trámite de la JEP en el Congreso pero después, cuando el ex presidente se inclinó a apoyar el candidato de su partido, se convirtió en su contradictor.
Volteretas tras volteretas ideológicas es el común denominador de la historia reciente de Colombia, afortunadamente existe gente que ve la política como un medio para trasformar una sociedad y la ejerce con principios y valores indeclinables, donde prefieren perder con honor que ganar con deshonor. Gente así es la que debería premiar el electorado, gente con experiencia y que en su trasegar haya demostrado eficiencia, eficacia, trasparencia y coherencia, esos son los presidentes que se merece Colombia.
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Otras publicaciones de este autor: https://www.proclamadelcauca.com/tema/noticias-proclama-del-cauca/opinion/santiago-zambrano-simmonds/
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