
DOS ÁRBOLES, DOS HERIDAS Y CINCO TRINOS

Ana Blandiana
Seudónimo de Otilia Valeria Coman. Nació en Timisoara, Rumania, en 1942. Es poeta, ensayista y lideresa política rumana. Crítica del aparato político y de censura comunista de Nicolae Ceausescu.
El poema La herida pertenece a su libro Mi patria A4 (2010), Editorial PreTextos.
LA HERIDA
Alguien enrolló un alambre
Alrededor del cerezo,
Hiriéndolo profundamente sin piedad,
Pues no sabía que a un cerezo se le podía herir
(Sócrates decía, me parece, que los hombres pueden ser malos
Por su ignorancia),
Y de él empezó a sangrar abundantemente un líquido pegajoso
De color marrón, semejante al ámbar,
Como el de un animal apuñalado, no el de un árbol.
En pleno verano sus hojas han palidecido
Como si de tanto dolor hubieran mudado el rostro.
Después de descubrir el alambre
“Nuestro cerezo se está muriendo”, dijiste, como si de un familiar se tratara,
Y empezaste a extraerlo despacio,
Con cuidado para no hacerlo sufrir,
Observándolo, de vez en cuando, con la mirada
Para comprobar si la operación le dolía.
“¿Crees que se salvará?”, me preguntaste al final.
“Claro que sí”, te contesté,
A sabiendas de que el cerezo nos escuchaba.
Víctor Manuel Arango Ossa
Nació en Valparaíso, Antioquia, en 1944. Y murió allí mismo el 21 de enero de 1996, al perder la dirección de su auto y estrellarse contra un árbol; uno de esos árboles a los que tanto amó, cantó y acarició con su voz y con sus manos.
Jamás publicó un solo verso; pero tan solo dos meses después de su muerte, su hermana, Edy Rosario, realizó la edición póstuma de la mayoría de sus poemas, en un libro intitulado Mi corazón se encabrita; título tomado de uno de sus versos. Al mismo corresponde el siguiente poema:
No quiero más torturas para el totumo
del patio de mi casa.
Ya es hora que sea como debió ser
hace mucho tiempo.
¡Que sea libre!
No dejaré que el alambre
no dejaré que el trapo
no dejaré que el cedazo
no dejaré que la bolsa de plástico
lo apriete, lo cubra, lo aplaste
lo tuerza, lo retuerza, lo maltrate
y torture. ¡No dejaré!
Que la hoja salga donde debe salir
que el brazo salga y sea
donde debe salir y ser
que sea totumo y no aparador
que sea árbol y no andamio
que sea totumo
y no el totumo del patio de mi casa.
CINCO TRINOS
- Por regla general, los puntos suspensivos significan: agregue usted lo que quiera, que yo no tengo nada más que decir.
- Para ser un buen artista, poeta o escritor hay que tener mucho talento; para ser uno grande, necesario es ser un genio.
- Decía Lichtenberg que “ya es sabio quien entiende al sabio”. ¿Podría desprenderse de ahí que ya es necio quien pretende hacerse entender de un necio?
- De un hombre de genio me interesaría menos saber qué opina de esto o aquello, que saber qué desayunó esta mañana o qué soñó anoche.
- A propósito de una foto tuya, alguna vez dije que la belleza duele, pero nunca es triste. Olvidé agregar que solo lo es el feliz olvido.
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