A los gobernantes les gusta forjar, como dandis de la moda, juegos de palabras como los prestidigitadores que escoden la monedita, para ver quién las descifra. Se asesoran y acuñan nombres a las cosas que ellos fabrican para que el pueblo crea que están haciendo magia e inventos democráticos.
Se está manipulando el conjunto de palabras justicia transicional. Aquí Justicia no es la de siempre. Que a cada quien se le dé según le corresponda. Si el uno quita, el otro recibe. Si a uno se le da el beneficio del perdón al otro se le otorga, como víctima, la reparación del daño causado. A la persona y a la Sociedad.*
Transición es una palabra nueva en la jerga jurídica colombiana. Significa intervención de paso, acción pasajera, solución a un conflicto del momento. Cierto que cualquier intervención o cuerpo extraño que entre en juego entre víctima y victimario lo debería definir el juez competente. Pero, la magnitud de los horrores de esta guerra intestina constituye un volumen tal por lo ocurrido en más de 50 años en el país, que el Estado está pactando con una de las partes, la guerrilla de las Farc echar mano de este instrumento que llama justicia transicional.
Porque hasta ahora no se ha convocado a la población civil a la mesa de negociación a que exponga su voluntad de aceptar esta clase de justicia. El Gobierno pareciera que está haciendo de parte, representando a las víctimas. Víctimas de varias clases de heridas. Despojo de tierras, desaparecimiento de personas, desplazamiento forzoso, violación de hijas, daños en sus viviendas, pérdida de miembros por el efecto de minas antipersonas, reclutamiento de menores.
La justicia transicional es un instrumento poco conocido y usado. Donde se ha usado no hay experiencias que hagan viable este experimento entre nosotros. Algo, sin este nombre, se quiso hacer con los paramilitares en el gobierno pasado. Y todos sabemos lo que sigue ocurriendo. Han aparecido nuevos grupos en varias partes del país con nombres urbanos y con la misma o más encarnizada forma de actuar. Así lo reconoce el jefe de Fiscales de la antigua Yugoslavia sobre lo que sucede hoy en su país.*
Organismos de Derechos Humanos están mirando con lupa a Colombia sobre el diseño de lo que se denomina Justicia Transicional. ¿Equivale a reconocimiento de crímenes, aún de lesa humanidad, a pedir perdón, a resarcir con bienes materiales, como restitución de tierras y a recibir garantías para participar en justas electorales de una parte, y de otra, a olvidar –amnistía- y echar tierra sobre lo ocurrido, sin que se hable de cárcel?
¿Cómo llamaría Colombia a este fenómeno nuevo? ¿Justicia transicional total? ¿Justicia parcial e impunidad? ¿No se abre la puerta para que en tiempos y eventos futuros el ciudadano deba transigir, conciliar su vida, su integridad y la de sus hijos y bienes, a cambio de una declaración de amor y perdón que ignore masacres y genocidios? El calificativo de transicional se volvería normal y diario. Si ahora se concede, ¿por qué luego no se podría aplicar?
Lo transicional supone una restricción de los derechos, una subrogación de los propios en otros, una concesión que la fuerza el Estado hace legal, para bien total de una parte y parcial o nula para la otra. A esto no se puede llamar Justicia. No lo admitirían ni la Corte Constitucional*, ni el ciudadano común que ya lo dijo en CM&, ni la cercana ya Corte Internacional de Justicia.
Quienes tienen la Justicia a su cargo, la Academia, la población civil no se han pronunciado. El Gobierno ha asumido la batuta y está dialogando con una de las partes. El discurso es para que haya paz. Pero la paz no puede hacerse por ni ley ni por decreto sin que haya cumplida justicia.
17-05-13 12:12 p.m.
- http://leopoldovalbuenao.blogspot.com/2011/09/derecho-la-verdad-pilar-fundamental-de.html
- http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-422219-prometer-amnistias-no-solucion
- http://www.semana.com/confidenciales-semanacom/articulo/vuelve-juega-magistrado-pretelt/343471-3
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