
Foto: Letras In.Verso
Caperucita, ¿y el lobo?

La encontré sobre una banca de la Terminal de Transporte del Norte de Medellín. Y no podría asegurar si fue abandonada u olvidada allí por algún apresurado viajero, ya que estaba en perfecto estado y dentro de un folleto publicitario que le servía como de carpeta.
Era la última hoja de lo que parecía alguna versión ilustrada de Caperucita Roja.
Tenía una sola viñeta a todo color, finamente ilustrada y sin texto alguno; a excepción de la palabra ‘FIN’ en la parte central e inferior de la misma.
Aparecía allí una bonita, pero no tan infantil Caperucita Roja junto a una no tan anciana y bonachona abuela. Estaban paradas de espaldas a la puerta de una cabaña, mirando a la distancia, con un aire como de ansiedad y congoja.
Del Lobo no se veía ni un pelo.
Hasta aquí nada extraordinario que amerite estas líneas; pero sí había un detalle bastante notable e insólito que hubiera asombrado a cualquiera: Caperucita ostentaba una protuberante barriga.
Parecía como si en esta versión; de una u otra manera, fuera Caperucita quien se hubiera comido al Lobo, y que fuera entonces esta la causa de que; de una u otra manera, el Lobo hubiera desaparecido de la escena.
9 TRINOS
- Hay quienes intuyen que lo que crean es para la posteridad, la mayoría ignora que lo suyo es sólo superfluidad.
- Cuando decimos “Señores y señoras…”, también estamos siendo excluyentes: ¿dónde dejamos a la comunidad LGBTI?
- –Amor, dije amor, y no había nadie.
- Dos famosos ejemplos de pleonasmo: Guerra sucia y capitalismo salvaje.
- Si fuera verdad eso de las ‘mentiras piadosas, la gente no haría tanto alarde de lo que no es y de lo que no tiene.
- Hay quienes se ufanan de los libros que han escrito. Yo; como Borges, tampoco.
- No podría decir que la juventud es bella, indiscriminadamente; sólo la femenina, indiscriminadamente.
- Para un sodomita, la expresión ‘me importa un culo’ significa; estrictamente, todo lo contrario.
- «Hasta los perros sienten la necesidad de aullar a la luna llena, y eso no es poesía.» Alfonso Reyes
ADENDA
Obituario
«Tímido, retraído, suave y amable, visionario, demasiado sabio para vivir, demasiado débil para luchar, de los que se someten al vencedor y acaban por avergonzarlo.»
Nota fúnebre escrita para el diario Narodni Listy de Praga, a la muerte de Franz Kafka en 1924, por Milena Jesenská; escritora, periodista y traductora checa nacida en Praga en 1896. En 1919 Milena lee algunos cuentos de Kafka y le escribe pidiendo su autorización para traducirlos al checo.
La carta será el comienzo de una apasionada correspondencia entre ambos, desde 1920 hasta 1922, con sólo cuatro encuentros personales.
Milena muere en 1944, asesinada en un campo de concentración alemán.
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