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Cambio de mando para el 2022

El miércoles 28 julio, 2021 a las 3:36 pm
Cambio de mando para el 2022 - Iván Duque - Gustavo Petro - Germán Vargas Lleras
Foto: Los candidatos a la presidencia de Colombia: Gustavo Petro (centro), Iván Duque (izquierda)  y Germán Vargas Lleras (derecha), en un debate de televisión. / EFE / MAURICIO DUEÑAS CASTANEDA.

Cambio de mando para el 2022.

Por. Felipe Solarte Nates.

Para no repetir errores del 2018 condenándonos a padecer este cuatrienio, es bueno recordar el pasado que pudo ser y no fue, que de todas formas no había sido peor que lo que nos tocó mamarnos.

Si Sergio Fajardo no se hubiera considerado superior éticamente a todo el partido liberal y superando sus escrúpulos puristas aceptara unirse con De La Calle, quizás, con los cerca de 250.000 votos que le faltaron, hubiese disputado la segunda vuelta con Duque y como indicaban las encuestas, con los seguidores que tenía en Antioquia y el viejo Caldas le hubiera ganado en alianza con el sector del Polo Democrático encabezado por Jorge Robledo y el Partido Verde liderado por Claudia López, Antonio Navarro, entre otros, que se habían unido como mínimo para respetar y sacar adelante el Acuerdo de Paz firmado con las FARC, continuar negociaciones con el ELN e implementar una política económica, social y exterior orientada también a beneficiar a la mayoría de la población y no a favorecer incondicionalmente a poderosos grupos de narco-hacendados, parapolíticos, industriales y banqueros a los que Duque rebajó los impuestos y que apoyados en las fuerzas armadas manejan el país desde tiempos inmemoriales y especialmente, desde hace 20 años, cuando Uribe como adalid del neoliberalismo subió a la presidencia y no la ha abandonado.

Y si Petro, no hubiese adoptado una posición radical y también purista con sus contradictores de centroizquierda, tal vez muchos de los que apoyaron a Fajardo hubiesen votado por él, librándonos de estos cuatro años de pesadilla de gobierno de un títere zarandeado por la voluntad del dictador que desde la ultraderecha ha convertido las instituciones colombianas en un espejo de las que tanto critica en Nicaragua y Venezuela, con un Congreso amansado por la mermelada y unos contrapesos del poder inexistentes y con Fiscalía, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Contraloría y un sector de las Cortes y Poder Judicial mangoneados y al servicio de la minoría en el poder.

Cuatro años después, cuando hasta en Estados Unidos se sacudieron de Trump, (el socio del uribismo), en Colombia, corremos el mismo riesgo, con la tenaz oposición que los seguidores de Petro hicieron desde un principio a la alcaldesa de Bogotá, rompiendo en lugar de tender puentes para la elección presidencial de 2022, en la que hasta el momento con miras a la primera vuelta se perfilan tres grandes bloques: el del Pacto Histórico liderado por Petro, el de la Coalición de la Esperanza y el que al final integrará la coalición de derecha gobernante, que sin duda se unirá manejada por Uribe.

El gran descontento social que explotó en el país, desde 2019 y después de la cuarentena en 2020 y con el reciente Paro nacional del 28 de abril, influirá en el resultado de la elección presidencial y del Congreso, tanto por la participación o no de millones de jóvenes partidarios de cambios en la sociedad, como de sectores tradicionalistas que temen las transformaciones.

El aplausómetro fanático con que el 20 de julio los congresistas aclamaron el mentiroso discurso de Duque, nos indica que no sólo está en juego la presidencia si queremos cambiar este país, por lo menos en un Estado de Bienestar, que sin abandonar el capitalismo trabaje por el bien de la mayoría de la población y no por las mafias legales e ilegales que nos gobiernan en la impunidad y manipulan Fiscalía, organismos de control y fuerzas armadas.

El Cauca y sus dirigentes, en donde en 2018 barrió Petro, ha sido escenario de movimientos previos a las elecciones para renovar Cámara y elegir presidente. En Quilichao en el marco del Pacto Histórico se inscribió la precandidata presidencial Francia Márquez. Por el mismo movimiento antes anunciaron sus precandidaturas por el MAIS los dirigentes Feliciano Valencia y el exsenador Jesús Piñacué. En Cali, apartado de la Dirección Nacional Liberal acaba de lanzarse como precandidato el senador caucano Luis Fernando Velasco, acompañado por los también precandidatos del Pacto Histórico Petro, Roy Barreras y Alexander López y en un video por precandidatos de la Coalición de la Esperanza, como Cristo, Galán, Fajardo y Robledo, con quienes considera necesaria la unidad en la carrera decisiva.

Sin duda que para elegir presidente y renovar el Congreso, en momentos decisivos deberá primar la política de unidad entre afines, antes que pugnas internas radicales que a la larga favorecen a la ultraderecha mangoneando el país y que seguirá haciéndolo… si persistimos en los errores del 2018.

Ojo con el 2022.

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