
Foto: María Fernanda Daza
‘Son Mujer’, música, tradición y folclor
Por: Leidy Capote Lopez y Maria Fernanda Daza
El Cauca es un lugar de gran riqueza musical, ejemplo de ello son los ritmos, tradición, folclor e identidad de la chirimía, una expresión musical sello de la cultura de este departamento. Por décadas, los chirimeros han hecho parte de espacios culturales, fiestas de fin de año, carnavales, mostrando los ritmos majestuosos que con flautas, Tamboras, charrascas y maracas se pueden entonar.
Por lo anterior, es común ver chirimías cuyos integrantes son en su mayoría hombres, pero Popayán desde hace cuatro años cuenta con un grupo conformado por mujeres que desde sus diferentes profesiones se han unido en torno a una sola pasión: la música.

Chirimía ‘Son Mujer’
Cabe destacar que esta chirimía está integrada por cinco mujeres jóvenes, que hace cuatro años se propusieron visibilizar el papel de la mujer en la música, formando ‘Son Mujer’, que ha logrado reconocimiento por el talento y la calidad a la hora de tocar los ritmos tradicionales del Cauca y Colombia.
Han representado al departamento en eventos organizados por el Ministerio de Cultura, también, son invitadas a diferentes actividades programadas por entidades públicas y privadas de Popayán.
Su propósito es llevar alegría a la gente con los ritmos tradicionales del Cauca. Así mismo, buscan resaltar el papel de las mujeres en la música, razón por la cual iniciarán un semillero en el que niñas, niños, jóvenes y adolescentes que quieran aprender e interpretar música chirimera, lo puedan hacer sin sentirse discriminados.
Sus integrantes
A continuación, se dará a conocer un poco de estas jóvenes que con su talento, su pasión y su vibra femenina han demostrado que los sueños se cumplen y que la tradición chirimera también puede ser conducida por mujeres.

Mónica Garzón Pomeo
Es ingeniera ambiental de la Universidad del Cauca, tiene 28 años, es directora, flautista y percusionista de la Chirimía Son Mujer.
«Músico empírica de Chirimía caucana desde el 2018, caminante de procesos de formación musical y política en comunidades indígenas y participante del fortalecimiento del papel de la mujer en la música tradicional como piezas claves en los procesos de identidad y paz en los territorios».
Mariana Isabel Paredes Ocampo
Es estudiante de Música instrumental de la Universidad del Cauca, tiene 23 años y toca flauta, charrasca y tambora.
«Inicié mi proceso musical a la edad de 9 años, etapa donde las melodías tradicionales invadían mi cabeza llenándome de gran cariño y amor por ellas. Hoy a mis 23 años disfruto con gran emoción de estas músicas donde el enriquecimiento a través de los años me ha permitido el pleno goce de ellas. Agradezco a la comunidad chirimera por su acogimiento siempre tan caluroso y entregado al reavivamiento del músico empírico tradicional».

Foto: Son Mujer
Itzá Mariana Rincón Padilla
Esta joven tiene 24 años, es estudiante de Licenciatura en Música en la Universidad del Cauca e interpreta el redoblante.
«He hecho parte de diferentes proyectos desde donde se logra conjugar la música con aspectos sociales en los que se defiende el lugar y los derechos de género. Desde mi participación cómo directora de la batucada La Sonidera, guitarrista en la agrupación Apunk-Alipstick y percusionista en la chirimía Son Mujer, he tejido una ruta que permite reivindicar los sonidos regionales con la presencia de la mujer».
Angela Milena Velasco López
Tiene 28 años, es egresada del programa de Administración de Empresas de la Universidad del Cauca. Interpreta instrumentos como la tambora, la charrasca y los mates.
«Desde pequeña, mis padres me inculcaron el gusto por la música de Chirimia, dado que mi padre es un excelente flautista de la ciudad de Popayán. Actualmente disfruto mucho aportar a esta bonita música tradicional a través de la fuerza y la vibra femenina».
Leidy Carolina López Córdoba
Nariñense, estudia Licenciatura en Educación Artística en la Universidad del Cauca y tiene 25 años. Los instrumentos que interpreta son: la flauta quena, tambor y el güiro.
«Vengo de un pueblo de Nariño lleno de cultura, desde mis 7 años inicié mi proceso musical empezando con flauta dulce y tambor, luego pase a un instrumento muy hermoso que es el clarinete, viví muchas experiencias con éste instrumento, lo que me dio paso conocer diferentes instrumentos de viento. A la edad de 22 años conocí a diferentes personas maravillosas quienes me llevaron por éste camino chirimero, me enamoré de ésta linda tradición caucana, llena de música, alegría, sentimiento, revolución, entrega y buen compartir».
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